Wrestlemania 42 N2: John Cena, el hombre récord | OneFootball

La noche 2 de Wrestlemania 42, sin lugar a dudas, no dejó indiferente a nadie. La comparación con la noche 1 era inevitable y no pudo ser más opuesta: Mientras que en WrestleMania Saturday todo lo ajeno al evento principal se sintió anticlimático y difícilmente digno del magnoevento de WWE, WrestleMania Sunday fue un evento excelso en lo luchístico, con un main event entre Cody Rhodes y John Cena que dejó un sabor amargo entre los aficionados, pero que vio al Greatest Of All Time conseguir su tan ansiado decimoséptimo título mundial.

Iyo Sky se consagra en una triple amenaza perfecta

El evento dio inicio con Stephanie McMahon dando la bienvenida al público de Las Vegas a la noche 2 de WrestleMania 41. Tras ello, volvió a sonar el himno estadounidense y se dio entrada al clásico vídeo promocional del evento. Con todo preparado, la primera contienda sería la triple amenaza entre Iyo Sky, Bianca Belair y Rhea Ripley por el Women’s World Championship.

El combate fue excelso, digno de los tres nombres que lo formaban. Las secuencias entre las tres luchadoras y la gran conexión que demostraron tener sobre el ring, hicieron del enfrentamiento una delicia para el espectador. Ante todo pronóstico y siendo la menos favorita en las quinielas, Iyo Sky logró retener su campeonato a través de su finisher, el Moonsault, y celebró con la fanaticada el triunfo.

McIntyre y Priest se dan con todo

El segundo combate de la noche fue la Sin City Street Fight entre Drew McIntyre y Damian Priest. Ambos cargaban con una buena historia a sus espaldas, pero su combate se sentía como uno de los más flojos de la cartelera. Nada más lejos de la realidad, los dos excampeones mundiales tuvieron un enfrentamiento duro, en el que no había descalificación, y superaron con creces las expectativas. Tras varios buenos spots y un nuevo selfie de WrestleMania de Drew McIntyre, el escocés se llevó la victoria tras aplicar una tremenda Claymore al esquinero, con la que Damian Priest atravesó una silla.

Dominik Mysterio tiene su «Wrestlemania moment»

Era turno del Fatal-4 Way por el Intercontinental Championship. Bron Breakker, el campeón, Penta, Finn Balor y Dominik Mysterio se dieron cita en el tercer combate de la noche, con unas espectativas altísimas debido al gran talento individual de los cuatro luchadores. La pelea se sintió fresca, dinámica e interesante, con un público muy metido en todo momento y que cambiaba de favorito con cada secuencia. Finalmente y ante todo pronóstico, Dominik Mysterio se llevó el gato al agua y su primer triunfo en WrestleMania, nada más y nada menos que por un campeonato individual. Tras celebrar la victoria en el ring, el hijo de Rey Mysterio no tuvo suficiente y volvería a entrar corriendo al cuadrilátero para seguir festejando, ante el jolgorio de todo el Allegiant Stadium.

Randy Orton no creyó en Joe Hendry

Randy Orton salió al cuadrilátero con una misión clara: Tal y como había adelantado días anteriories, no se iba a quedar con los brazos cruzados tras la lesión de Kevin Owens y quería su combate en WrestleMania, por lo que lanzó un reto abierto. Las puertas de la entrada se abrieron poco a poco y allí estaba Joe Hendry, Campeón Mundial de TNA y uno de los luchadores más virales del planeta en la actualidad. Tras una gran entrada y el público en la palma de su mano, Hendry se midió a Orton en un corto combate, de apenas cinco minutos, que culminó con un sorpresivo RKO cuando Joe Hendry estaba realizando su clásico giro y mirada a cámara. Tras el enfrentamiento, Orton mostró respeto al escocés, pero acabó rematándolo con un segundo RKO e imitando su pose a cámara.

Definitivamente, no ganó el wrestling

El siguiente combate fue el Logan Paul contra AJ Styles. Con una historia algo floja pero unas expectativas altas en lo luchístico. No obstante, la química entre The Phenomenal y The Maverick no fue la mejor. El combate estuvo bien, pero lejos de lo que puede ofrecer un Styles que se vio algo lento y perdido en algunos momentos de la pelea. Por su parte, Paul deleitó al público con grandes movidas aéreas y logró llevarse la victoria con ayuda de Karrion Kross. De esta manera, Logan Paul sigue invicto en WrestleMania y AJ Styles sigue sin tener un combate a la altura del magnoevento.

Becky Lynch, regreso a lo grande

El penúltimo match de la noche fue la lucha por los Women’s Tag Team Championships entre el Judgment Day, formado por Liv Morgan y Raquel Rodríguez, y Lyra Valkyria y una compañera misteriosa, tras la lesión de Bayley. Becky Lynch resultó ser la acompañante de la Women’s Intercontinental Champion, regresando a los cuadriláteros tras más de un año de ausencia. Desde ese momento, la victoria para las irlandesas estaba asegurada y era cuestión de tiempo. Así fue y Lynch regresa por todo lo alto a WWE.

El último (y frío) WrestleMania de John Cena

Se llegaba al plato fuerte de la noche, el evento principal entre Cody Rhodes y John Cena por el Undisputed WWE Championship. El hype estaba por las nubes y las espectativas todavía más. Cena, entrando a su último WrestleMania, tiñó el escenario e iluminado de negro, poniendo el foco en su cambio de actitud y su nueva personalidad de villano. Por su parte, The American Nightmare entró por todo lo alto, con todo lujo de detalles y una gran cantidad de pirotecnia. Una vez sonó la campana, las cosas se pusieron serias de verdad y ambos fueron calentando el enfrentamiento a fuego lento, con mucho llaveo y parones.

La caida del árbitro estaba asegurada, y así fue. Con el árbitro en el suelo, tan solo quedaba ver quién iba a salir a ayudar a John Cena o a Cody Rhodes. A escena salió Travis Scott, que estaba en los pronósticos de todos los fans, pero el enfrentamiento tuvo un final muy frío cuando no apareció nadie más y John Cena le hacía la cuenta de tres a Cody Rhodes tras golpearlo con el campeonato. El público no sabía como reaccionar, ya que el final del combate había sido muy flojo pero Cena había hecho historia en su último WrestleMania, consiguiendo su campeonato mundial número 17 y batiendo a Ric Flair. Tras este hito histórico pero agridulce, el mayor evento del mundo del wrestling llegó a su fin.