Xabi Alonso, con la mirada en la Supercopa | OneFootball

Xabi Alonso no se la juega en San Mamés. Y una derrota ante el City la semana que viene tampoco será definitoria. Pero el técnico del Real Madrid tiene que poner toda la carne en el asador en la Supercopa de España en la que se medirá al Atleti en semifinales y a Barça o Athletic en una supuesta final.

Xabi, contra las cuerdas… a partir de enero

Como afirmó el técnico, Florentino ha hablado con él y la predisposición es buena. Pero la paciencia y el tiempo, se agotan. Y el banquillo del Madrid, no espera a nadie. Xabi Alonso lo sabe, al igual que también es conocedor de que un par de malos resultados en los próximos siete días van a dejar muy tocada su figura, pero no hundida. Una mala imagen contra Athletic -Celta de por medio- y Manchester City puede generar que la Supercopa de España sea un punto de inflexión para determinar su futuro como entrenador del conjunto blanco.

Él está tranquilo, pero tenso. Así lo demuestra en las ruedas de prensa, en las que no alza la voz pero tampoco es contundente. El tolosarra ya ha dejado atrás el tono conciliador que lo caracterizó en sus primeros días al frente del equipo y ahora opta por ser más conservador. Xabi sabe lo que se juega y que la situación es muy mejorable. Así se lo ha transmitido la cúpula, que aún sigue confiando en él pero que exige mejoría y resultados por encima de todo.

Lejos del Rock&Roll

Allá por el lejano 26 de mayo, Xabi Alonso soltaba una frase en su presentación que, como se suele decir en estos tiempos, «ha envejecido muy mal». Ese «Rock&Roll« que prometió y esa diversión del madridismo se ha tornado en desconfianza, aburrimiento y resignación al ver el juego del equipo. El tolosarra sabe las cosas que van mal y lucha a contracorriente –y a contrarreloj– para cambiarlas de cara a lo que se le viene encima. Pero lejos de emplear una solución que alguno quiso aventurarse a encontrar en el partido de Atenas, el equipo no levanta cabeza y sólo ha ganado dos partidos en noviembre.

El Real Madrid no gusta. No es atractivo ni para su propio aficionado ni para el neutral. Y tampoco agrada a los directivos. Y si Xabi no está dejando su huella en el club, es porque el estilo que le llevó a ser uno de los mejores técnicos hace un par de años no está cuajando en los jugadores que «maneja». El vestuario que se quejaba del poco trabajo de Ancelotti y ahora aborrece las «chapas» tácticas del vasco. Con este panorama, Alonso ve su gran prueba de fuego en la Supercopa de España. Pero, para llegar al torneo -y a la postre, comerse el turrón en Valdebebas-, debe ganar todos sus compromisos hasta ese 8 enero que se verá las caras con su rival vecino en Arabia Saudí.

Imagen principal: Photo by Angel Martinez/Getty Images

Realizado por Jesús Sanz (@jesus_saanz en X)

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