Grada3
·26 de octubre de 2025
Xabi Alonso y la pesadilla de Pep Guardiola puede acabar con todo en el Real Madrid

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·26 de octubre de 2025

Xabi Alonso se la juega en su primer Clásico como entrenador del Real Madrid. El tolosarra afronta dos misiones: la primera, ganar y consolidar el liderato en Liga; la segunda, exorcizar los fantasmas de la pasada temporada. Aunque Carlo Ancelotti haya escrito una de las líneas más brillantes de la historia del Santiago Bernabéu, el italiano dejó un trauma en Chamartín. En el ejercicio 2024-25, los blancos sufrieron cuatro derrotas consecutivas contra el Barcelona, con un parcial de 16-7. La última vez que los merengues sufrieron tantas debacles consecutivas, hay que remontar a la era del tiki-taka. Cuando los culés tenían a Pep Guardiola en su banquillo.
Entre 2008 y 2011, el Barcelona dominó al Real Madrid. Durante 858 días, los blancos no consiguieron derrotar a su histórico rival. Es más, llegaron a encadenar cinco derrotas consecutivas. La pesadilla empezó el 13 de diciembre de 2008, en el Camp Nou. En los banquillos merengues figuraba un tal Juande Ramos. En el de los culés, un nombre muy conocido, aunque todavía muy nuevo en el mundo de los entrenadores: Pep Guardiola.
Era el primer Clásico del ex futbolista del Barcelona, pero no tembló. Ganó 2-0, con goles de Eto’o y un tal Leo Messi. Empezó muy fuerte, pero lo peor (para los blancos) estaba por venir. Y para Juande Ramos, igual. Porque casi seis meses después, en mayo de 2009, Guardiola volvía al Bernabéu. Aunque ésta vez el Real Madrid marcó primero, luego fue una hecatombe. El Barça encadenó los tantos y dejó un marcador histórico: 2-6, y en la capital.
Al año siguiente, para la 2009-10, Juande Ramos fue fulminado después de tal humillación. Llegó Pellegrini. Aunque el chileno mostró mejores caras que su precedente, perdió los dos Clásicos que jugó (1-0 y 0-2). Lo que le valió también un despido. En la 2010-11, tocó el turno de José Mourinho. El portugués, ex asistente culé, se estrenó con el famoso 5-0. La manita. Eso sí, en abril de 2011, puso fin a la racha con un 1-1. Y luego, ganó en la final de la Copa del Rey (esa misma temporada) en la prórroga con un golazo de Cristiano Ronaldo en Mestalla.
Por lo tanto, Xabi Alonso tiene una enorme presión encima de los hombros. Lo ocurrido entre 2008 y 2011 fue algo inaudito hasta la fecha. Nunca jamás el Real Madrid había perdido cinco partidos consecutivos frente al Barcelona. Y este domingo, esta hazaña podría volver a repetirse en caso de debacle por parte de los madridistas. Porque el panorama es el que es. Hasta ahora, el donostiarra no ha convencido en las citas grandes. El Clásico no le condenará en caso de derrota, pero sí que estaría en una postura muy delicada.
Porque este Clásico es el desafío más exigente desde su llegada al banquillo. Será la tercera vez que los blancos midan fuerzas con un rival de máxima categoría. Y no pueden titubear. En el Mundial de Clubes, el Paris Saint-Germain superó al Real Madrid con autoridad en semifinales (4-0). Fue la primera debacle de Xabi, aunque todavía tenía la excusa de ser ‘nuevo’ en los banquillos blancos. Pero hace unas semanas, volvió a caer. El 5-2 en el Derbi madrileño marcó los espíritus. Desde entonces, el equipo sólo ha conocido la victoria, pero las secuelas siguen.
El Clásico ante el Barcelona se perfila como un examen decisivo tanto para el equipo como para su entrenador. Una nueva caída no implicaría necesariamente su adiós –sería prematuro hablar de ello–, pero sí sembraría dudas sobre los planteamientos de sus grandes encuentros. Hasta ahora, únicamente los grandes han logrado imponerse al donostiarra. Pero él dirige al más grande de todos. Y el margen de error, lo sabe perfectamente, es cada vez más pequeño.









































