Grada3
·25 de agosto de 2025
Y por fin volvió el mejor Vinicius… desde el banquillo

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·25 de agosto de 2025
En el fútbol no se puede aplicar la lógica para tomar ciertas decisiones, y más si hablamos de un futbolista de la categoría de Vinicius. Cualquier jugador que esté pasando la mala racha que ha atravesado el brasileño, por lógica, se hubiera sentado en el banquillo mucho antes, pero cuando hablamos de una súper estrella, sentarle puede suponer un terremoto de grandes dimensiones, sobre todo en un club tan mediático como el Real Madrid. Pero al final, pasó lo que tenía que pasar y Xabi Alonso tomó una decisión de la que se hablará mucho durante toda la semana, y que tuvo su efecto, porque el brasileño salió en la segunda mitad y se marcó sus mejor minutos en mucho tiempo.
Pocas veces hemos visto a Vinicius ser suplente en el Real Madrid por decisión técnica: tenemos que remontarnos hasta el mes de septiembre del año pasado para verle en el banquillo, pero bajo otras circunstancias, no por una decisión del entrenador. Un toque de atención a un jugador que ha estado rindiendo los últimos meses muy por debajo del nivel que se le presupone.
Xabi Alonso ya se encargó de señalarle a él directamente (preguntado explícitamente por él en rueda de prensa) cuando se hablaba del compromiso colectivo. Este compromiso no ha calado en el jugador, si bien su actitud es más proactiva respecto al pasado curso, sigue sin ser suficiente para lo que pide su nuevo entrenador. Y si a esto se le suma el bajo rendimiento en sus últimas participaciones desde que llegó el tolosarra al banquillo, al final ha pasado lo que tenía que pasar, una lógica que no siempre se aplica a las grandes estrellas. Es el primer aviso para un jugador que hace nada era intocable, que ha pedido ser el jugador mejor pagado de la plantilla, y que no rinde. Aviso a navegantes.
Y Vinicius Jr, respondió donde tienen que responder las grandes estrellas, en el terreno de juego. Salió en la segunda mitad por Rodrygo, y desde el primer minuto no paró de intentarlo. Pero lo más curioso de todo es que su primera jugada brillante llegó tras un robo de balón: una acción defensiva que le valió para darle la razón a su entrenador, que, si trabaja, corre y presiona por el equipo, beneficia a todos, y así fue. El robo le plantó en el carril del diez con superioridad, amagó con irse a la derecha para abrirle aún más el espacio a un Mbappé que ya se relamía. Se la dio al francés para que sentenciara un partido que estuvo cerca de empatar el Oviedo un minuto antes.
Todavía tuvo tiempo para reivindicarse, tras recibir un balón en el área, frenarse y tener la calma para que la inercia de sus rivales le facilitase el espacio para darle un pase a la red y sellar su mejor actuación en mucho tiempo.
Pero debemos ponerlo todo en contexto: la actuación de Vinicus fue brillante, pero salió fresco en la segunda mitad, con un Oviedo en busca del empate, con espacios, donde el brasileño es letal. Hubiera sido interesante ver al extremo de titular, con una defensa encerrada, sin espacios, donde se le ha visto sufrir en los últimos partidos. El momento del partido y el resultado le facilitaron las cosas, y su trabajo son balón también.
Pero de momento Xabi Alonso le manda el primer aviso: el equipo está por encima de las individualidades y no es intocable. No lo fue contra el Oviedo, veremos si sigue sin serlo en el próximo partido o en encuentros contra rivales de más entidad, pero el tolosarra acaba de mandar un mensaje muy potente, no solo al brasileño, a toda la plantilla.