Madrid-Barcelona.com
·10 de enero de 2025
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La situación de Ansu Fati en el FC Barcelona ha llegado a un punto crítico. El delantero, quien parecía ser una de las grandes promesas del club, no encuentra un lugar en el esquema del técnico Hansi Flick. A pesar de su contrato hasta 2027, las decisiones de Flick han dejado a Fati al margen, y su futuro en el Barça parece cada vez más incierto.
Ansu Fati llegó al primer equipo del Barcelona con apenas 16 años, deslumbrando por su talento y rapidez. Sin embargo, en los últimos tiempos ha sido un jugador con una presencia intermitente.
En la temporada actual, el técnico Hansi Flick ha optado por dejarlo fuera incluso cuando el equipo sufría varias bajas importantes. Esto ha generado incomodidad en el jugador y sus representantes, quienes sienten que su tiempo en el Barça podría estar llegando a su fin.
Con la apertura del mercado invernal, las especulaciones sobre su futuro se intensifican. Fati, en busca de minutos y de recuperar su mejor nivel, está considerando varias opciones. Aunque tiene un contrato largo con el Barça, la falta de protagonismo ha hecho que empuje hacia una salida.
El Sevilla FC se ha posicionado como una de las opciones más atractivas para Ansu Fati. El club andaluz mostró interés desde la temporada pasada, y ahora, con la opción de cesión, las negociaciones han avanzado. El Barcelona está dispuesto a facilitar la salida de Fati, sin poner demasiadas trabas, ya que se sabe que el jugador no tiene espacio en el equipo actual.
Lo que ha sorprendido a muchos es la decisión de Ansu de rechazar una oferta del Real Betis, el eterno rival del Sevilla. Este gesto ha dejado claro que su preferencia es unirse al proyecto nervionense. Los sevillistas celebran esta decisión, considerando que Ansu Fati podría ser una pieza clave para relanzar su carrera.
La decisión de Ansu Fati de ir al Sevilla en lugar del Betis ha enfadado a Joan Laporta, presidente del Barça. Laporta, defensor del proyecto del club y de los jóvenes talentos de la cantera, no ve con buenos ojos que Fati se marche a un rival directo.
El enfado de Laporta se basa en varios factores. El presidente esperaba que Fati encontrara su lugar en el Barça o, al menos, en un club de primer nivel que le devolviera la confianza. Además, Barça y Sevilla no tienen buena relación por el caso Negreira.