Orgullo Rojo
·7 de noviembre de 2025
"Yo la consigo..."

In partnership with
Yahoo sportsOrgullo Rojo
·7 de noviembre de 2025

Juan Marconi volvió a hablar, y otra vez dejó títulos. En diálogo con La Fábrica del Podcast, el ex vicepresidente de Independiente contó un episodio que, de confirmarse, pinta de cuerpo entero cómo funciona el club puertas adentro. Según su relato, Sergio "Kun" Agüero lo llamó durante su paso por la dirigencia para ofrecer una mano económica al club, pero desde adentro se la cerraron.
"El Kun es un pibe que generó un estadio nuevo en Independiente, por lo que hizo en la cancha. Me llamó y me preguntó cuál era la deuda real y documentada del club, total, contando todo. Me pongo a averiguar, no me querían dar la información, hasta que logro el número. Y él me dice: 'Yo la consigo, hay que buscar la manera de implementarlo, con sponsors, como sea'. El Kun me dijo: 'Está la solución acá, hay vínculos, hay marcas'. Pero cuando lo conté en el club, me empezaron a poner trabas", relató Marconi.
Según su versión, los propios dirigentes de aquel momento rechazaron la posibilidad con un argumento tan previsible como gastado: "Me dijeron que no iban a vender pibes de inferiores, que no somos una SAD".
Y Marconi respondió con lógica: "¿Qué SAD? Es un tipo que quiere ayudar al club. Es obvio que en un proyecto algo hay que implementar, el que te ayuda económicamente y no te pide nada a cambio, dudá. ¿Qué quiere decir algo a cambio? Hacer las cosas bien, un club modelo. Con un pibe que vio cómo se maneja esto en la elite mundial y quiere traerlo acá. Me dijeron que no. ¿Por qué pasa esto? Porque pierden el poder de decisión".
La anécdota, más allá de su impacto mediático, abre una puerta incómoda: ¿por qué Independiente repele la ayuda de los que quieren aportar sin pedir protagonismo político?
Es cierto que hay que ponerle lupa a los famosos "algo a cambio", porque la historia reciente del club está llena de ejemplos donde esa frase terminó costando caro. Desde el "desinteresado" Puma Damiani hasta los manejos judiciales de Claudio Ciancio, los favores económicos en Avellaneda siempre dejaron cola.
Pero también es cierto que cuando alguien como Agüero se muestra dispuesto a involucrarse, algo debería moverse. No se trata de endiosarlo ni de suponer que tiene la varita mágica, sino de entender que Independiente no puede seguir dándose el lujo de cerrar puertas por miedo a perder poder interno.
Marconi podrá haber cometido errores en su paso por el club, pero en esto tiene razón: la desconfianza y la rosca le ganan al sentido común. Y así, mientras el Kun ofrece ayuda, en Avellaneda siguen discutiendo quién sostiene la escoba y quién se sienta en la silla.









































