Yvan Neyou, la brújula del líder Leganés | OneFootball

Los rendimientos en el fútbol son, en muchas ocasiones, caprichosos e inexplicables si se les aplica una visión simplificada. Un futbolista puede aparentar un nivel insuficiente para competir en una determinada categoría hoy y, sin embargo, convertirse en uno de los destacados en su posición tan sólo meses después. Un ejemplo realmente esclarecedor de ello es el de Yvan Neyou, mediocentro del CD Leganés. El camerunés de 26 años completó una temporada irregular en la 22-23, en la que dejó bastantes más sombras que luces. Sin embargo, el club pepinero debió observar detalles que no se apreciaban a ojos del aficionado medio, pues acudió decidido a por su fichaje el pasado verano tras esa temporada en la que permaneció cedido por el St-Etienne.

Sin protagonismo ni peso con Idiákez y Martínez

Tan sólo fueron 11 los encuentros que el futbolista disputó como titular para un total de 21, con otros 10 en los que participó saltando desde el banquillo. Imanol Idiákez y Carlos Martínez fueron los técnicos que le tuvieron a sus órdenes y, para ninguno de ellos, el centrocampista se hizo merecedor de una titularidad indiscutible. En realidad, el rendimiento que podía observarse en sus participaciones aparentaba dar la razón a los técnicos. Un futbolista que, ocupando la posición de mediocentro, no destacaba en recuperación de balón, posicionamiento, distribución ni destrucción.

Y es que Neyou quizá se vio contagiado por la situación del equipo, del grupo. Un Leganés que compitió por debajo de lo esperado y que, pese a que hubo algún momento en el que pudo ilusionar con una reacción que le acercaba al playoff, terminó por naufragar consiguiendo una permanencia tranquila pero sin terminar de aspirar a las posiciones que daban opción a disputar el ascenso.

Un fijo e imprescindible para Borja Jiménez

Sin embargo, el africano regresaba el pasado verano a Leganés, esta vez en propiedad y firmando un contrato por 2 temporadas, hasta 2025. Txema Indias apostaba así, nuevamente, por un futbolista que había llegado generando ilusión por su pasado pero que había destacado precisamente por escapar de dichas expectativas, alejándose de ellas. Algo veía el director deportivo y, quizás también su nuevo técnico, para traer de vuelta a un jugador que decepcionó a una afición pepinera que había depositado esperanzas en él para comandar el fútbol del equipo.

Ahora, pocos meses después, Yvan es un indiscutible para Borja Jiménez y un jugador imprescindible para los esquemas de su entrenador. El ancla, el faro y la brújula que comanda las operaciones de un Leganés que es líder de Segunda División con 17 jornadas ya disputadas. Neyou es el termómetro que da temperatura al fútbol de un equipo moldeable y pragmático, capaz de adaptarse a diversos sistemas y formas de juego y cuya naturaleza camaleónica está ofreciendo soluciones para encadenar resultados semana tras semana y mantenerse en la cima de la mano de un entrenador que venía buscando este momento desde hace tiempo. Y es que quizá, y solo quizá, Yvan Neyou sea ese camaleón que permite a los suyos adaptarse al fútbol en función del color que presente. Qué privilegio para el Lega y que evolución para Neyou, que ahora sí, rinde a la altura de las expectativas.