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·1 de junio de 2025
Zaragoza toca fondo y promete revolución

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El desenlace de la temporada en La Romareda deja un amargo regusto para el zaragocismo. El Real Zaragoza cerró este curso en el puesto 18, la peor posición del club en los doce años consecutivos que lleva en Segunda División. Es, además, el tercer peor registro en cuanto a puntos (51), sólo superando las campañas 2016-17 y 2020-21, en las que el club firmó 50. La permanencia volvió a asegurarse de forma agónica, como ya sucedió en la temporada anterior, certificada únicamente en la penúltima jornada.
El descenso en la tabla no es una sorpresa si se observa la tendencia de las últimas cinco temporadas, en las que el objetivo prioritario ha sido la salvación. El club sólo ha superado la barrera de los 60 puntos en cuatro ocasiones en estos doce años, y solo en dos (2017-18 y 2019-20) llegó a soñar con el ascenso ocupando el tercer lugar. La presente campaña confirma, así, la tendencia descendente de un proyecto que no consigue mirar más allá de la permanencia.
El último partido en Castalia, donde el Zaragoza cayó derrotado de forma contundente, fue para muchos la síntesis de un curso plagado de dificultades. El capitán Francho Serrano dio la cara tras el encuentro, visiblemente afectado: "Estamos dolidos, no hemos sido capaces de dejar en buen lugar al Real Zaragoza y eso es lo que más nos fastidia a todos". Serrano, que renovó recientemente, fue claro: "El partido es el reflejo del año. Ha sido un encuentro muy duro, como toda la temporada. Lo único bueno es que todo ha acabado ya y debe ser borrón y cuenta nueva. Tenemos que pensar ya en lo que viene al año que viene". Además, insistió en el compromiso y la necesidad de reconstruir: "Tenemos que empezar a construir algo grande durante todo el verano, empezar desde cero y cambiar la mentalidad".
Gabi Fernández, al frente del banquillo, también ofreció una valoración sincera. Asumió responsabilidades tras el mal partido en Castellón: "Hemos hecho un partido inaceptable. El principal responsable soy yo y luego los chicos. Son los mismos que nos han dado la salvación. Pero estoy muy jodido por la imagen de hoy. Me voy satisfecho por haber acabado la temporada con la permanencia, pero con una imagen que no me gusta". Gabi subrayó la necesidad de corregir el rumbo: "La imagen de hoy es algo que no puede volver a darse nunca", y miró al futuro con un mensaje para la afición: "A la vuelta verán un Real Zaragoza reconocible, con el que se van a identificar en el campo".
La afición, un año más, fue la constante a la que se agarran tanto plantilla como cuerpo técnico. El mensaje de Serrano resuena: "Tenemos que darle las gracias a la afición y pedirles que sigan con nosotros". Toca ahora examinar el proyecto y buscar la forma de romper el ciclo de sufrimiento que se ha instalado en La Romareda.
Fuente: Diario AS, Sport Aragón
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