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La Galerna

·20 novembre 2025

2-1: Frustración

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El Real Madrid femenino salió derrotado (2-1) ante el Arsenal en su visita a Londres de la cuarta jornada de Liga de Campeones. A pesar de adelantarse gracias a un gol de Caroline Weir, el mediocre y fallón despliegue de las blancas puso en bandeja a Alessia Russo la remontada del vigente campeón de la competición europea.

A pesar de que la eliminatoria de cuartos de final de la pasada Champions femenina que enfrentó a Real Madrid y Arsenal ofreció grandes fases ofensivas y defensivas de ambos equipos, con un equipo que a la postre ganaría al Barcelona en la final, la repetición del duelo en la cuarta jornada de la nueva fase de liga dejó una pobrísima impresión en cuanto a lo ofrecido sobre el césped. Pérdidas de posesión desesperantes, falta de ideas, disparos a puerta de categoría cadete y errores defensivos aquí y allá. No fue el día del Madrid, pero tampoco lo fue de un Arsenal defensor del título de manera tan vulnerable que por ello no dejará dormir esta noche a un Pau Quesada sabedor de que, habiendo jugado al nivel mostrado en Barcelona, se habrían llevado la victoria.


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Lo cierto es que al equipo inglés le bastó con que Alessia Russo conectase dos cabezazos dentro del área para darle la vuelta al resultado en la segunda mitad y asegurar los tres puntos. En el área local, el Madrid embarró en primera persona su puñado de ocasiones claras antes disparar a puerta o, cuando lo hizo, fue regalando el balón con suavidad a los guantes de Daphne van Domselaar. Es cierto que el partido comenzó con ritmo alto, principalmente generado a raíz de la presión alta del Arsenal que complicó la vida al Real y muy pronto evidenció una de las constantes que marcarían el choque: una y otra vez, con insistencia de las rivales o incluso sin ella, las futbolistas madridistas regalaron la posesión con pases a la nada y combinaciones directamente a los pies del rival, hasta imposibilitar cualquier sensación de fluidez.

Las gunners lo intentaron por banda, con Chloe Kelly y con la veinteañera Olivia Smith por la que han pagado más de un millón de euros, pero su gran baza era la capacidad ofensiva por dentro de Alessia Russo, que ya martirizó a la zaga del Madrid la temporada pasada. María Méndez y Maëlle Lakrar pudieron contenerla en la primera parte y, con 0-0, hubo tiempo para incluso adelantarse en el marcador al borde del descanso tras una falta forzada por Sara Däbritz. La propia alemana puso el balón al área en la reanudación y, tras un mal despeje de la defensa Steph Catley, Caroline Weir conectó una volea de primeras en el aire –¡y de nuevo con su pierna derecha!- para acallar al insistente público local.

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Dado que la segunda parte fue una tortura mental para el aficionado blanco fruto de los continuos regalos de Filippa Angeldahl o Yasmim Ribeiro, y solo los dos goles aéreos de Russo merecen reseña, sale a cuenta aprovechar el espacio para hacer una digresión sobre el final del párrafo anterior. Meadow Park, campo habitual del Arsenal femenino, está lejos de Londres, a más de media hora en coche del Emirates, y sin embargo el coqueto recinto mostró un gran ambiente de fútbol, con gradas llenas y aficionados metidos en el desarrollo del partido. Sabemos que las comparaciones son odiosas y casi siempre tienden a la simplificación, pero quizás sea hora de comentar que la estrategia del Real Madrid como club a la hora de fidelizar a la afición del equipo femenino está siendo un fracaso. ¿No saldría más a cuenta abaratar las entradas para ver al equipo de Pau Quesada en el Di Stéfano a cambio de conseguir algo cercano a un ambiente de fútbol? ¿En qué beneficia tener las gradas vacías, a excepción del reducido grupo de incondicionales que asiste llueve o truene?

Permitirá el lector de La Galerna que lance estas preguntas al aire, pues la alternativa sería describir la clarísima ocasión que tuvo Alba Redondo para empatar el partido en el minuto 91 y que desperdició con otro disparo al muñeco, o los balones frontales sin orden ni concierto que cercenaron las posibilidades de crear peligro sobre el área inglesa. El ajustado 2-1 final, en todo caso,<- permitirá a los dos tipos de aficionados madridistas, los positivos y los negativos, quedarse con el análisis de vaso medio lleno o medio vacío que prefieran. Ambos son válidos en esta ocasión: un gris Real Madrid estuvo a punto de robarle / desperdició la oportunidad de oro de birlarle tres puntos al campeón de la Champions en su casa. Ni una ni otra elección de titular, claro está, disipa la sensación de frustración ante lo visto.

Getty Images

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