Baile inolvidable del Barça hacia las semifinales (6 – 1) | OneFootball

Tras la primera derrota de la historia en El Clásico -con polémica incluida-, el Barça estaba obligado a pasar página cuánto antes si quería lograr el objetivo de clasificar a semifinales por séptima temporada consecutiva. Pese al gran resultado conseguido en Wolfsburgo, la Champions es la competición más imprevisible que existe; buena prueba de ello fue lo que pasó anoche en el Emirates Stadium…

En la previa del partido, tanto Pere Romeu como Irene Paredes hicieron autocrítica tras el ‘batacazo’ en Montjuic y transmitieron una sensación de completa confianza en sus posibilidades, despejando cualquier tipo de duda dentro del vestuario. La reflexión es que no se trata de normalizar una derrota, sino sino de humanizar un equipo que ha ‘malacostumbrado’ a la afición y al mundo del fútbol femenino a ver la imbatibilidad como una obligación y no como una virtud.

Pese a no jugar ffinalmente en Montjuic, ni un solo reproche al ambiente del Johan Cruyff; la afición estuvo a la altura y respondió a llamada del equipo. De la grada al césped, Pere Romeu dejó entrever que no habrían rotaciones en el once y repitió el mismo once con el que consiguió el 1 – 4 de la ida, salvo el sorprendente regreso de Vicky López a la titularidad en lugar de Graham Hansen. El Barça, consciente de que el Wolfsburgo saldría a morder desde el minuto uno, fue muy inteligente y supo cómo minimizar los ataques de las alemanas y cómo maximizar los contraataques. Las azulgranas estuvieron muy atentas en defensa, acertando en la toma de decisiones tanto en el corte como en la salida de balón pero, sobre todo, supieron ser pacientes. Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia, y aunque la ciencia no es infalible, el juego en equipo sí que lo es.

‘Doblete’ de Salma, que firmó su mejor actuación desde su regreso | Fuente: @FCBFemení (X)

A los diez minutos de partido, Aitana Bonmatí vio la galopada de Salma Paralluelo por la banda izquierda y la asistió con un pase milimétrico que la delantera azulgrana no desaprovechó y envió al fondo de la red con un remate potente y cruzado al palo largo de Borbe. El Barça abría el marcador y allanaba el camino hacia semifinales. El Wolfsburgo estaba obligado a estirarse aún más si quería remontar la eliminatoria y, con la herida abierta, una depredadora siempre huele la sangre. Salma Paralluelo volvió a saborear el gusto del gol con un ‘zarpazo’ de primeras desde la frontal tras un pase de Esmee Brugts. El ‘bailceito’ de Salma con Vicky y Jana tras el gol fue un reflejo de lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego.

El show de Salma no había hecho más que empezar. Se atrevía con todo y contra todas: driblings en una baldosa, pases en profundidad, carreras al espacio… La mejor versión de la pantera azulgrana había vuelto para recordarle al planeta fútbol por qué está considerada cómo la tercera mejor jugadora del mundo. Quién también está con la ‘flechita’ hacia arriba desde hace varios meses es Esmee Brugts. La joven carrilera holandesa ha pasado de ser un comodín muy útil para Pere Romeu a consolidarse como un seguro de vida en el lateral izquierdo. Demuestra una gran confianza en sí misma, y buena prueba de ello fue la acción del tercer gol; un balón rebotado cayó en las botas de la futbolista holandesa que, desde prácticamente treinta metros, no se lo pensó dos veces y mandó un cohete a la escuadra de Borbe. Seis goles de diferencia para sentenciar el pase a la semifinal por sexto año consecutivo. Qué nos gusta ese numerín…

El nivel de Esmee Brugts es cosa seria | Fuente: @FCBFemení (X)

Con la eliminatoria muy encarrilada y el tramo final de la temporada a la vuelta de la esquina, Pere Romeu no tardó en mover el banquillo. Justo tras el descanso, Ingrid Engen reapareció ante su exequipo en lugar de Irene Paredes, que finalmente obtuvo un merecido descanso. Poco menos de un cuarto de hora después, Ewa Pajor se fue sin poder aplicar la ‘ley del ex’ y dejó su lugar para que lo ocupara Clàudia Pina. Ni cinco minutos llevaba sobre el terreno de juego, cuándo ‘Pinagol’ volvió a hacer honor a su apodo. Combinación de categoría con Alexia Putellas en el borde del área, y la de Montcada i Reixac demuestra que siempre es buen momento para marcar con un remate raso, potente y cruzado al palo corto. Sin embargo, lo mejor aún estaba por llegar.

Pere Romeu siguió rotando al equipo y volvió a darle minutos nuevamente a Sydney Schertenleib, muy deseada por la afición azulgrana. La joya suiza sustituyó a Patri Guijarro y Fridolina Rolfö también entró en lugar de Esmee Brugts. Justo a continuación, un fallo de comunicación de Engen con Cata Coll en la salida de la portera mallorquina desembocó en el gol del honor del Wolfsburgo, obra de Beerensteyn. Por unos instantes se repitió el resultado de la ida, pero Clàudia Pina tenía otros planes.

Qué dos golazos. Qué calidad. Qué jugadora | Fuente: @FCBFemení (X)

Falta en la frontal sobre Alexia, pero Pina pidió la pelota para ejecutar un tiro libre magistral, colocado con potencia a la escuadra derecha, imparable para Borbe. Dos goles en menos de quince minutos, y a punto estuvo de conseguir la recompensa del ‘hat-trick’. Se necesitan más jugadoras con el hambre de ‘Pinagol’ saliendo desde el banquillo en un partido prácticamente sentenciado.

‘Manita’ en Champions ante uno de los mayores rivales en Europa de los últimos años, con gol de falta incluido. Pero cuando le hicieron falta a Aitana en una de las últimas jugadas del partido, Clàudia Pina debió decirle a Mapi León: “No me iguales el gol, supéralo”. Dicho y hecho; misil totalmente imposible de detener, que se estrelló contra el larguero y terminó rebotando dentro de la portería como si fuera pinball. El sexto gol redondeaba la goleada y completaba el mejor partido de lo que llevamos de año. Golpe de autoridad en Europa e inyección de moral para lo que resta de competición. Última parada antes de la final, por tercera temporada consecutiva: Stamford Bridge.