Clásico interrumpido por lluvia, pero no la fiesta auriazul: Tigres 4-0 Rayadas | OneFootball

El Estadio Universitario fue testigo de una de esas noches que quedarán grabadas en la memoria de la afición auriazul. En el Clásico Regio Femenil, correspondiente a la jornada 10 del Apertura 2025, las Amazonas desplegaron toda su calidad y contundencia para golear 4-0 a las Rayadas de Monterrey, en un partido que tuvo de todo: intensidad, goles tempraneros, dominio absoluto y hasta una interrupción de casi dos horas por tormenta eléctrica.

Desde el silbatazo inicial, el equipo dirigido por Pedro Martínez mostró sus intenciones. La presión alta, la circulación rápida del balón y la movilidad de sus atacantes desarticularon por completo a la zaga albiazul. Apenas corría el minuto 5 cuando un error en la salida de Valeria del Campo fue castigado con dureza por Thembi Kgatlana. La sudafricana, veloz y letal, robó el esférico y definió con frialdad ante la arquera Pamela Tajonar para poner el 1-0. El gol tempranero desató la furia de las Amazonas, que no se conformaron con la mínima diferencia. Al 14’, un tiro de esquina ejecutado con precisión encontró la cabeza de Jimena López, quien se adelantó a su marca y mandó el balón al fondo de las redes.

El 2-0 ya reflejaba lo que sucedía en la cancha: un Tigres que imponía ritmo, fuerza y hambre, contra unas Rayadas desconcertadas e incapaces de reaccionar.El festín continuó apenas unos minutos después. En el 22’, Kgatlana fue derribada dentro del área, y la árbitra no dudó en señalar la pena máxima. Jennifer Hermoso, con la experiencia que la caracteriza, tomó el balón y cobró de manera impecable, engañando a la portera para aumentar la ventaja. Con el 3-0 en el marcador y todavía mucho tiempo por jugarse, la goleada comenzaba a tomar forma.

El cierre del primer tiempo terminó por liquidar el partido. Al 41’, nuevamente Kgatlana hizo gala de su potencia y habilidad individual. Dentro del área recortó hacia adentro y definió cruzado para firmar su doblete y sellar un contundente 4-0 antes del descanso.Sin embargo, el espectáculo sufrió una inesperada pausa.

Una tormenta eléctrica obligó a suspender el encuentro durante casi dos horas. La lluvia, los truenos y los relámpagos pusieron en vilo a los aficionados, pero la mayoría decidió permanecer en el Volcán, aguardando el regreso de las jugadoras. Cuando finalmente se reanudó el juego, la intensidad bajó, pero el dominio auriazul se mantuvo.En la segunda parte, Tigres administró la ventaja, controló la posesión y evitó cualquier reacción seria de Rayadas. Las visitantes intentaron con cambios ofensivos, incluyendo el ingreso de Christina Burkenroad, pero no lograron inquietar a Ceci Santiago, quien vivió un partido relativamente tranquilo bajo los tres postes.Con el triunfo, Tigres llegó a 25 puntos, empatando en la cima con América, pero tomando el liderato por diferencia de goles. Más allá de la estadística, el resultado reafirma la hegemonía de las Amazonas en el fútbol regio, pues no solo vencieron a su máximo rival, sino que lo hicieron con autoridad, contundencia y espectáculo.Rayadas, en contraste, se fueron del Volcán con su tercera derrota del torneo, todas ellas por goleadas de cuatro goles. Una muestra de irregularidad que preocupa a sus aficionados y que obliga al equipo de Amelia Valverde a replantear su funcionamiento si quiere competir de lleno por los primeros puestos.La noche en San Nicolás terminó con cánticos, festejos y un ambiente que hizo olvidar la tormenta. Tigres no solo ganó el Clásico: lo convirtió en una fiesta auriazul, en una demostración de poder y en un aviso claro para el resto de la Liga MX Femenil.