El Almería tiene claro el central que desea en este mercado | OneFootball

En Segunda División no siempre ascienden los que mejor atacan, sino los que menos se caen. La UD Almería lo sabe. Lo intuye. Y lo está empezando a asumir con decisiones de mercado que van más allá del ruido y el nombre fácil. Porque el invierno, en LaLiga Hypermotion, no perdona ingenuidades. Y Rubi ha sido claro: para competir de verdad, el equipo necesita apuntalarse por dentro.

El Almería no busca fuegos artificiales. Busca certezas. Y en ese contexto aparece un nombre que encaja como una pieza lógica, casi inevitable: Íñigo Piña.

Una necesidad evidente en la zaga rojiblanca

El conjunto indálico tenía claras desde antes de abrirse el mercado cuáles eran sus tres prioridades: un central, un extremo y un delantero. Tres fichas. Tres ajustes quirúrgicos. Pero si hay una posición que quema más que las otras es la de central.

Ni Aridane ni Chumi han conseguido ofrecer la regularidad que exige un equipo que aspira a estar arriba. No se trata de señalar errores aislados, sino de una sensación colectiva: al Almería le falta fiabilidad defensiva en los tramos donde se deciden los partidos. Y eso, en una categoría tan larga, se paga.

Rubi lo ha trasladado al club. Y el club ha actuado.

Íñigo Piña, perfil sobrio para una Segunda sin margen

Según diversas informaciones, la UD Almería ya tiene abierta desde hace días la negociación con la SD Huesca por Íñigo Piña. El central aragonés es un perfil muy reconocible en LaLiga Hypermotion: contundente, fiable, con lectura táctica y experiencia en contextos de máxima exigencia.

No es un fichaje de portada nacional, pero sí de entrenador. Piña conoce la categoría, sabe sufrir y entiende el oficio de defender cuando el partido se rompe. En Huesca ha sido un jugador importante, acostumbrado a escenarios de presión y a convivir con la necesidad de sumar cada semana.

Para el Almería, su llegada supondría ampliar la rotación con un futbolista que no necesita adaptación al contexto competitivo de la Segunda División.

Una operación que puede cerrarse en horas

El movimiento está avanzado. Tanto que no se descarta que el anuncio oficial llegue en cuestión de horas. El Almería quiere rapidez y claridad. El mercado invernal no espera y cada jornada sin ajustar la plantilla es una oportunidad perdida.

Íñigo Piña no llega para ser titular indiscutible desde el primer día, pero sí para elevar el nivel medio de la defensa y ofrecer alternativas reales a Rubi. En un calendario comprimido y con partidos de máxima tensión, eso puede marcar diferencias.

El resto del plan: velocidad y gol

La defensa no es el único frente abierto. Rubi también ha pedido un extremo y un delantero. En el primero, muchos dan prácticamente por hecho que el elegido será Morcillo, actualmente en el Albacete. Un perfil vertical, eléctrico, capaz de romper partidos desde el uno contra uno.

La tercera pieza será un delantero que complemente lo que ya tiene el Almería, alguien que aporte soluciones cuando el plan inicial se atasca. En tal demarcación, el nombre que ha sonado con más fuerza en estos días es el de Urko Izeta, del Athletic. Ahí, eso sí, la competencia es feroz. Habrá que ver la evolución. Tres refuerzos, no más. Pero bien pensados.

Un mensaje claro al vestuario y a la categoría

El Almería no improvisa. Ajusta. La posible llegada de Íñigo Piña es un mensaje doble: al vestuario, porque la exigencia es máxima; y a la categoría, porque el Almería no renuncia a nada.

En LaLiga Hypermotion, el invierno separa a los que sueñan de los que creen. Y el Almería, con Rubi al mando, ha decidido creer… empezando por proteger su propia portería.