El Sevillista
·19 septembre 2024
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El Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado en pleno una modificación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 para ampliar los usos permitidos en estadios como el Ramón Sánchez-Pizjuán, Benito Villamarín y La Cartuja. Esta iniciativa permitirá que dichas instalaciones deportivas, con capacidad para más de 7.000 espectadores sentados, puedan albergar actividades adicionales como comercios, hoteles, restaurantes y eventos más allá del fútbol, excluyendo usos residenciales o industriales.
El gobierno local ha justificado la medida afirmando que busca mejorar la gestión y mantenimiento de estas instalaciones, permitiendo que los clubes de fútbol puedan diversificar sus ingresos mediante actividades complementarias. La medida se enmarca en la estrategia de impulsar el aprovechamiento de grandes infraestructuras deportivas, asegurando que las actividades permitidas ayudarán a revitalizar las zonas donde se encuentran ubicadas, fomentando el desarrollo económico y atrayendo turismo.
Sin embargo, la decisión ha generado controversia. Podemos-IU ha criticado duramente la modificación, calificándola como un "pelotazo urbanístico" que beneficia exclusivamente a los clubes de fútbol, en particular al Sevilla FC y al Real Betis. La portavoz de Podemos-IU, Susana Hornillo, ha señalado que con esta modificación, los clubes podrán obtener grandes plusvalías y ampliar sus territorios sin ofrecer compensaciones significativas a la ciudadanía. Hornillo destacó el proyecto del Real Betis para remodelar el estadio Benito Villamarín, que incluye la construcción de un hotel y otras instalaciones, así como los planes del Sevilla FC de ampliar la capacidad de su estadio hasta 55.000 espectadores y crear nuevas áreas de uso comercial.
Según Hornillo, permitir la introducción de actividades como hoteles, restaurantes y eventos continuos durante todo el año, generará un impacto negativo en los barrios colindantes, afectando la calidad de vida de los vecinos. También citó el ejemplo del estadio Santiago Bernabéu de Madrid, donde las protestas vecinales llevaron a la cancelación de eventos, advirtiendo que una situación similar podría ocurrir en Sevilla.
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Juan de la Rosa, ha defendido la propuesta asegurando que no se regalará nada a nadie y que todos los proyectos se someterán a estudios detallados antes de su aprobación final. El gobierno local subraya que la medida es totalmente legal y está respaldada por la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA). Además, el concejal indicó que aún faltan estudios pormenorizados sobre los proyectos del Betis y el Sevilla, y que estos serán evaluados rigurosamente antes de ser autorizados.
Desde VOX, Gonzalo García de Polavieja ha advertido que aunque esta modificación no implica un aumento en la edificabilidad de los estadios ni la permuta de terrenos públicos, podría generar problemas de movilidad y convivencia, por lo que se debe proceder con cautela. A su vez, Francisco Páez, del PSOE, pidió no generar sospechas sobre instituciones tan importantes para la ciudad como el Sevilla FC y el Real Betis, y aseguró que cada proyecto será examinado por los técnicos municipales antes de su aprobación definitiva.
El documento inicial de la modificación fue aprobado con los votos a favor del PP, PSOE y Vox, y la oposición de Podemos-IU, reflejando el debate polarizado en torno a las implicaciones urbanísticas y económicas de esta medida.