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La Galerna

·1 août 2025

El Congo bien, Modric mal

Image de l'article :El Congo bien, Modric mal

El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios… pero hay una cosa que no puede cambiar… No puede cambiar de pasión.” El Secreto de sus Ojos.

Pocas cosas hay en esta vida que a uno le definan tanto como el motivo y los porqués de su pasión. “Oye, ¿y ti qué es lo que te apasiona?” Antes de que responda a esa pregunta, formulada a quien sea, podrás observar un brillo diferente en los ojos de tu interlocutor, y cómo empieza a dibujarse una sonrisa espontánea y verdadera en su cara (la sonrisa “de libro”, la de Duchenne, vaya).


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Con el margen de decisión tan estrecho que tenemos (no decidimos la gran mayoría de las cosas que marcan nuestra vida: desde nuestro nombre o nuestro colegio a la ciudad o barrio en el que vivimos), la elección de nuestros hobbies casi acaba siendo una de las pocas cosas que realmente elegimos en libertad y por puro placer. Aquello que de verdad quedará de nosotros cuando ya no estemos en este mundo. Nuestra alma, nuestra huella.

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Siendo esto algo tan importante, en qué cabeza cabe elegir ser del Barça. O madridista vinagre, ojo. O sea, la vida te pone delante un folio en blanco para que lo rellenes con gustos, actividades o aficiones que puedan proporcionarte placer, y decides llenarlo de corrupción, amargura y resentimiento.

¡Pero qué coño de huella es esa! ¿Pero qué puedes tener en la cabeza para pensar que hay un ápice de orgullo o satisfacción detrás de esa elección?

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Desde aquí no hemos hecho el homenaje que toca a Luka Modric. Su último gran servicio fue el pase a Koundé en la final de la Copa del Rey. Desde aquí nuestro reconocimiento” comentaba el locutor del canal oficial del Barça en pleno bolo veraniego de una gira que, cómo no, ha estado rodeada de estafa, tanto al club como a los que pagaron el servicio de Culers Premium.

Modric, un jugador con una trayectoria (de vida, no solo deportiva) ejemplar. Que superó una guerra, que jamás ha estado involucrado en escándalos ni personales ni deportivos, siempre justo en el esfuerzo y un señor en la victoria y en la derrota. No es solo un coleccionista de trofeos, que también. Es que además se ha ido del Madrid con el reconocimiento de todo el fútbol mundial.

Si es a Modric al que tienes enfrente, si  Modric es tu enemigo, ¿qué cojones es lo que está en tu lado? ¿A quién tienes de tu parte? ¿A la República Democrática del Congo*? ¿Uno de los países más corruptos del planeta? Pues eso parece.

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Si de Modric podemos decir que es un buen ejemplo de hombre estoico, que ha centrado su carrera en base a la virtud, la razón y el dominio de las emociones, ¿a quién está representando este locutor? Al hombre narcisita. Al hedonismo. Al placer a corto plazo (según escribo estas líneas seguro ya se habrá ejecutado otra palanca en su club). Al engaño. Al victimismo (“todo ocurre en contra mía. Yo no tengo culpa de nada”). Al vivir siempre alterado, enfadado, fuera de control y alejado del camino de la virtud y la justicia.

¿Pero quién es capaz de elegir algo así en libertad? Quiero pensar que nadie. Quiero pensar que no existe el culé que libremente decidió en algún momento de su vida que aquello era buena elección. Y que, si en algún momento existió el culé estoico (qué oxímoron parece), desde hace años está dedicando su tiempo libre a otros placeres.

Quiero pensar que ese triste locutor es solo el reflejo de tanta gente oprimida a la que alguien, quizá un familiar, en algún momento de su vida, robó el bien más preciado que tenemos: la elección de nuestra pasión.

Lo que quedará de nosotros cuando ya no estemos. Y le puso una camiseta del Barça.

Descanse en paz, querido culé.

*laRDC es uno de los país más corruptos del planeta según Transparency International.

Getty Images

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