El Leganés busca el gol en una figura portuguesa | OneFootball

Hay silencios que pesan más que los gritos. En Butarque, uno de ellos nace cada vez que el balón ronda el área rival y no encuentra rematador. El CD Leganés compite, ordena partidos y sostiene estructuras, pero le falta lo más caro del fútbol: el gol. Y cuando el gol no llega, el invierno deja de ser una estación y pasa a ser una obligación.

Ni Diego García ni Miguel de la Fuente están ofreciendo los números que exige un equipo con aspiraciones claras en LaLiga Hypermotion. El problema no es solo de nombres, es de rendimiento. Por eso, la dirección deportiva pepinera ha activado el radar lejos de España. Concretamente, en Portugal.

Portugal como refugio para reencontrar el colmillo

El nombre que aparece sobre la mesa es el de Kikas. Delantero de 27 años, actualmente en las filas del Estrela Amadora, club de la Primeira Liga portuguesa. Un perfil que mezcla experiencia, madurez competitiva y un olfato que no necesita demasiadas oportunidades para dejar huella.

En la presente temporada, Kikas suma 5 goles en algo más de 1.000 minutos de juego. Un promedio que, sin ser deslumbrante, sí resulta significativo en un equipo que pelea cada partido desde la supervivencia. Pero su trayectoria ofrece más contexto: 25 goles en la máxima categoría portuguesa en poco más de 100 encuentros. Números sostenidos, lejos del fogonazo puntual.

El déficit ofensivo del Leganés, en cifras

El Leganés es uno de esos equipos que entiende el fútbol desde el control. Bloque compacto, disciplina táctica y pocos desajustes. Pero esa solidez no siempre se traduce en puntos si el área rival no se convierte en territorio conquistado.

Los delanteros actuales no están alcanzando cifras diferenciales, y eso penaliza especialmente en una categoría donde cada gol vale oro. No se trata solo de marcar más, sino de marcar en los momentos clave. De convertir empates grises en victorias mínimas. Ahí es donde un perfil como Kikas puede marcar diferencias.

Kikas, un delantero de contexto, no de fuegos artificiales

Kikas no es un delantero mediático ni de highlights virales. Es otra cosa. Un futbolista que entiende el juego, que sabe fijar centrales, atacar espacios y castigar errores. No necesita diez ocasiones para marcar una. Le basta una buena lectura y medio segundo de ventaja.

A sus 27 años, llega en plena madurez futbolística. Ya ha conocido la presión de la élite portuguesa, ha pasado por distintos contextos competitivos y parece preparado para dar un salto que no es de escaparate, pero sí de responsabilidad.

Encaje táctico y mental en Butarque

En el Leganés encajaría como una pieza natural. No exigiría que el equipo girase en torno a él, sino que potenciaría lo que ya existe. Su llegada permitiría descargar de presión a Miguel de la Fuente, ofrecer una alternativa real a Diego García y dotar al equipo de una amenaza constante dentro del área.

Además, su perfil encaja con el carácter del Leganés: trabajo, sacrificio y eficacia sin excesos. No viene a prometer goles imposibles, sino a pelear cada uno como si fuera el último.

Un invierno que puede cambiar la narrativa

El mercado invernal no suele regalar soluciones mágicas, pero sí oportunidades. Para el Leganés, Kikas representa algo más que un fichaje: simboliza la voluntad de corregir una de sus grandes rémoras antes de que sea demasiado tarde.

Si la operación llega a buen puerto, Butarque podría encontrar en Portugal el acento que le falta a su ataque. Porque en una liga tan igualada como LaLiga Hypermotion, los detalles hacen la diferencia. Y el gol, sin duda, es el detalle más preciado que marca las mayores.

Y el Leganés necesita, con urgencia, a alguien que sepa romper partidos a base de goles. Sin gol, sin duda, no hay paraíso.