El León rugió fuerte en el Bosque: Estudiantes le ganó el clásico a Gimnasia y Esgrima y es finalista | OneFootball

Estudiantes derrotó a Gimnasia y Esgrima 1-0, en el estadio Juan Carmelo Zerrillo, por la semifinal del Torneo Clausura y el sábado próximo jugará por el título ante Racing Club en el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.

Tras un recibimiento a puro colorido y pasión festiva de los hinchas del Lobo, de entrada el Pincha se mostró sólido, seguro y firme, desde el inicio Edwuin Cetré empezó a mostrar su poder de desborde por la punta izquierda y Thiago Palacios a ofrecer su conducción, y sobre todo Santiago Ascacíbar a ratificar su validez para ser líder y organizador en la zona central.

Gimnasia y Esgrima se metió en partido pasados la primera mitad del período inicial y con el empuje y la movilidad de Manuel Panaro y Nicolás Barros Schelotto. De todos no hubo situaciones ofensivas serias y sí abundaron los roces, las fricciones, las tensiones y las tarjetas amarillas.

En dos minutos electrizantes con riesgo claro en ambas áreas en un vertiginoso ida y vuelta, surgieron las ocasiones manifiestas de gol. Y la más evidente correspondió al Lobo: remató Manuel Panaro, la pelota se desvió en Santiago Arzamendia y se dirigió alta a espaldas de Fernando Muslera, pero el arquero en una espectacular reacción voló hacia atrás y sobre la línea con un espléndido manotazo evitó la caída.

El segundo tiempo mantuvo el ritmo intenso y las interrupciones por faltas y fricciones, que el árbitro Facundo Tello supo manejar correctamente ratificando un buen accionar de los referís, el pasado fin de semana y éste, tras el ruidoso estallido ocurrido hace un par de semanas atrás.

Se jugaba con la presión y la fogosidad de un clásico, sin demasiada lucidez para desplegar talento pero con exceso de pierna fuerte, vehemencia y concentración. Estudiantes se mostraba más compacto y consistente, Gimnasia más ágil y dinámico.

El desnivel llegó a los 16 minutos y estuvo a cargo de dos de los mejores exponentes. Por la punta izquierda Edwuin Cetré corrió velozmente, desbordó, dejó en el camino a Renzo Giampaoli, llegó al fondo y mandó el centro al área chica para que Thiago Palacios solo tuviese que empujarlo al gol.

Empezaron los cambios, continuaron las fricciones. El equipo de Eduardo Domínguez se respaldó en su zona defensiva y amenazó con contragolpes, Gimnasia y Esgrima fue con decisión, aunque sin claridad, hacia adelante. La abundancia de centros siempre terminaron en las seguras manos de Fernando Muslera o despejados por las cabezas de Santiago Núñez y Leandro González Pirez.

Con el arquero Nelson Insfrán sumado al ataque, el equipo de Fernando Zaniratto -que a pesar de esta eliminación realizó una campaña muy buena con un Gimnasia que agarró al borde del descenso y lo condujo hasta la semifinal, promoviendo varios juveniles y dándole una fisonomía propia de juego adornada por mayoría de resultados favorables- fue por la hazaña. Sin embargo, la solidez y la personalidad de Estudiantes le cortaron la ilusión.

Estudiantes, en tiempos de gloria, va por su quinta final en los dos últimos años -conquistó dos: Copa de la Liga y Trofeo de Campeones 2024 y perdió dos: Supercopa Argentina 2024 y Supercopa Internacional 2025- y extendió su diferencia en el clásico de La Plata, con 69 victorias contra 51 de Gimnasia y Esgrima, además de 71 empates.