El plan de Endrick para volver de su lesión al máximo | OneFootball

El brasileño está exprimiéndose con el objetivo de regresar lo antes posible: incluso se ha llevado a su preparador físico a su luna de miel

En teoría, era tiempo para parar. Respirar. Apagar el móvil, alejarse de los focos, de las cámaras, del ruido. Pero Endrick no es de esos. Él no para. Ni siquiera en Japón, en mitad de su luna de miel, donde cualquier otro aprovecharía para desconectar del todo. Él decidió hacer lo contrario: entrenar más, preparar mejor y volver antes.

Lesionado en el tendón de la pierna derecha, con un diagnóstico que hablaba de dos meses fuera, el brasileño no ha cambiado su discurso desde que recayó en el Mundial de Clubes: quiere regresar cuanto antes, y no por cumplir plazos, sino para llegar fuerte, sin excusas, sin necesidad de rodajes ni minutos de cortesía. Quiere estar. Y quiere sumar.

Y por eso, lo que podía ser una simple escapada de recién casado se ha transformado en algo más. Endrick se ha llevado a Japón a su preparador físico personal. Sí, en la maleta iban trajes y chanclas… pero también gomas, zapatillas, cronómetros y sesiones preprogramadas.

Endrick se marca fecha de vuelta

Podría no haberlo hecho. Cumplir plazos, seguir la hoja de ruta médica y presentarse a mediados de septiembre sin más presión. Pero eligió algo distinto: exprimir cada día que pasa, convertir la espera en preparación, y la recuperación en una oportunidad para ponerse por delante.

Hay algo en él que no se negocia: su ambición. Quiere formar parte del Real Madrid esta misma temporada. No le interesa irse cedido. No quiere «coger ritmo» en otro lado. Él quiere convencer a Xabi Alonso en Valdebebas, desde dentro, desde ya.

La lesión fue un golpe, sí. Pero también le ha permitido reenfocar su llegada con más pausa, más dedicación, más precisión. Una oportunidad disfrazada de revés. Y la está aprovechando como un veterano. Si todo sale bien, podría estar disponible para el 15 de septiembre.

En busca de un nuevo número ‘9’

Para él sería todo un honor ‘heredar’ el ‘9’. En el club lo saben. No pasa desapercibido. Desde el staff médico hasta los compañeros que ya le vieron trabajar en la gira, todos hablan del chico que prefiere renunciar a su descanso con tal de llegar preparado al primer día serio. Aún no habría decisión tomada. A priori, se encuentra en el debate.

Lleva semanas haciendo sesiones específicas de fortalecimiento, fisioterapia intensiva y carga moderada para no acelerar, pero sí mejorar. No se trata de regresar por regresar. Quiere regresar bien, quedarse y hacerse con protagonismo. La competencia ha subido de nivel, y él también tendrá que hacerlo.

Cada imagen en redes, cada vídeo, cada entrenamiento en Japón es un aviso. Está metido, está mentalizado. No está pensando en la lesión: está pensando en cómo volver para quedarse. Podríamos verle pisar el césped de Valdebebas antes de lo previsto, y eso es -en gran parte- gracias a él. Silencioso, trabajador, y con la mirada fija en el Bernabéu. Porque Endrick no está de vacaciones. Endrick tiene una misión.