El Real Oviedo no levanta cabeza y la afición ruge: "Directiva, dimisión" | OneFootball

Empate a cero entre el Oviedo y el CeltaGetty Images

Que la plantilla del Real Oviedo es limitada y da para lo que da es evidente y, al menos hasta el mercado de enero, eso no va a cambiar. Este sábado en el Carlos Tartiere, en plena crisis y en el pico del descontento de la afición con los propietarios, el equipo se volvió a quedar corto en el debut de Almada como entrenador de los asturianos. No alcanzó una buena actuación para derrotar al Celta y el Oviedo cierra el 2025 en la zona de descenso, aunque al menos queda el consuelo -insuficiente- de haber visto una de sus caras más competitivas de la temporada.

El Oviedo venía de sufrir el pasado fin de semana la derrota más dura del curso. La goleada propinada por el Sevilla (4-0) fue la gota que rebasó el vaso. Le costó a Luis Carrión el puesto en el banquillo y provocó que este sábado en las gradas se escucharan varias pitadas a los dueños por la gestión. No era fácil el escenario en el que el equipo recién ascendido comenzaba la etapa con un nuevo técnico, el tercero en lo que va de campaña, porque además enfrente estaba un Celta que venía de derrotar al Athletic y al Real Madrid en las jornadas anteriores.

Los gallegos se encontraron en Asturias a un equipo sin Rondón ni Cazorla, dos habituales en las alineaciones de Carrión. Los locales, a falta de calidad diferencial, corrían todas las jugadas como si fuera la última y le complicaron las cosas a los de Giráldez. El Celta no conseguía claridad en sus posesiones y el grueso del juego se desarrolló lejos de la portería de Escandell. En el Oviedo se veía algo distinto a la sumisión de los últimos encuentros.

De hecho, en la segunda parte fue el equipo de Almada el que más cerca estuvo de llegar al gol. Rodearon el área rival durante muchos minutos, pero en los metros finales se hacía notar la escasez de talento. El Oviedo era incapaz de generar ocasiones claras, ya fuese asociándose en corto, buscando en largo o apostando por la vía aérea. Los locales lanzaron 28 centros, pero solo seis llegaron a un rematador.

El árbitro pitó el final después de cinco minutos de descuento. Los ingresos de Cazorla y Rondón en el último cuarto de hora poco pudieron cambiar. Con el empate a cero y otra jornada sin llevarse los tres puntos, la grada rugió. La gran mayoría de la afición se unió para cantar un estrenduoso "directiva, dimisión".

"Es entendible lo que está viviendo la gente, que lleva muchos meses sin vernos ganar, llevamos tres entrenador en la primera mitad de temporada. Lo que pido es que sigan apoyando, lo vamos a intentar hasta el final", fueron las palabras de David Carmo después del partido en medio de un momento crítico del club.