El regreso De Bruyne a Manchester duro 25 minutos | OneFootball

Lo que parecía una noche especial para Kevin De Bruyne en su regreso al Etihad Stadium terminó con un giro inesperado. A los 25 minutos del partido entre Manchester City y Napoli por la fase de grupos de la Champions League, el técnico Antonio Conte tomó una decisión que dejó sin palabras a buena parte de los espectadores: retiró al propio De Bruyne para dar ingreso al lateral Mathías Olivera, tras la expulsión de Giovanni Di Lorenzo.

La tarjeta roja al capitán del Napoli, Di Lorenzo, llegó apenas dos minutos después de que Gianluigi Donnarumma en su debut europeo con el City realizara una brillante parada ante un remate de cabeza de Keuma. La infracción, cometida sobre Erling Haaland cuando este se encaminaba solo hacia el gol, obligó a Conte a reaccionar de inmediato desde el banquillo.

Para reorganizar la defensa y evitar el desbalance, el estratega italiano optó por reforzar la zaga con la entrada de Olivera. Sin embargo, lo que nadie esperaba era que el sacrificado fuera el propio Kevin De Bruyne, quien volvía al estadio que lo vio brillar durante casi una década.

Lejos de mostrar frustración, el mediocampista belga se retiró con serenidad, aplaudiendo al público que colmó las gradas del Etihad y que respondió con ovaciones y pancartas en su honor. No era un partido más: su primer enfrentamiento ante el club donde escribió una de las páginas más gloriosas de su carrera.

La ovación fue unánime, tanto por los seguidores del City como por neutrales, que reconocieron el legado de De Bruyne durante la era Guardiola, en la que fue arquitecto y figura indiscutida del mediocampo.

La decisión táctica de Conte tiene lógica desde lo estratégico, aunque no deja de ser polémica por el contexto emocional. El Napoli se quedaba con diez hombres muy temprano en el partido y necesitaba un reemplazo natural en defensa. Pese a que había otras opciones en el mediocampo o la delantera, el técnico priorizó conservar solidez atrás sacrificando creación ofensiva.

Este movimiento generó reacciones divididas en redes sociales, con analistas debatiendo si era la mejor opción y aficionados lamentando no haber visto más minutos del regreso de uno de los ídolos recientes del Manchester City.