El regreso de Joan Garcia a Cornellà calienta el derbi | OneFootball

El derbi del próximo sábado 3 de enero en el RCDE Stadium apunta a ser uno de los más calientes de los últimos años.

Será el primer partido del FC Barcelona tras el parón navideño. Y llegará con un ingrediente añadido que dispara la expectación. El regreso de Joan Garcia a Cornellà. Esta vez, defendiendo la portería del máximo rival.

El guardameta de Sallent vivirá una noche especial. Y compleja. Titular indiscutido en el esquema azulgrana, volverá al estadio donde creció como futbolista. Un escenario que conoce bien. Pero desde una posición radicalmente distinta. Ese cambio de rol ha encendido todas las alarmas en el Espanyol.

Según explica el pódcast de Catalunya Ràdio, Barça Reservat, en el club blanquiazul existe una preocupación real por la reacción de la grada. No es una inquietud puntual. Viene de lejos. Se asume que la salida de Joan Garcia el pasado verano dejó heridas abiertas. Y se teme que el contexto del derbi pueda desbordarse.

El objetivo es claro. “Quieren evitar situaciones desagradables”. Especialmente aquellas que puedan acabar en sanciones graves. O, en el peor de los casos, en el cierre del estadio. El gran miedo pasa por el lanzamiento de objetos. Un escenario que el Espanyol quiere cortar de raíz.

Por ese motivo, el dispositivo de seguridad será muy superior al habitual. Habrá más Mossos d’Esquadra. Más seguridad privada. Y un control mucho más estricto en las zonas consideradas de riesgo. La prioridad estará en la grada de animación. Especialmente en la grada Canito. También se reforzará la protección de ambas porterías. Incluida, claro, la que defenderá Joan Garcia.

El plan contempla incluso barreras humanas detrás de la portería más expuesta. Vigilancia constante. Y una coordinación casi cuerpo a cuerpo para anticiparse a cualquier incidente. Todo para que el derbi no se descontrole antes de tiempo.

Rebajar la tensión es la otra gran batalla. Desde el club perico se confía en lanzar mensajes de calma en los días previos. No se descarta que jugadores o el cuerpo técnico liderado por Manolo González pidan públicamente civismo. Entender el dolor de la afición. Pero marcar límites claros.

El mensaje es directo. El derbi debe decidirse en el césped. No en la grada. Porque el regreso de Joan Garcia ya es suficiente gasolina para un partido que promete emociones fuertes desde mucho antes del pitido inicial.