Anfield Index
·30 décembre 2025
Entrenador de jugadas a balón parado del Liverpool se va con el peor récord de los Reds en la liga

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·30 décembre 2025

El Liverpool ha decidido reorganizar su estructura de personal tras la partida de Aaron Briggs de su cargo como entrenador especializado en jugadas a balón parado, una decisión que llega en un momento en que las situaciones defensivas en jugadas a balón parado se han convertido en una debilidad incómoda.
La salida de Briggs ha sido confirmada después de discusiones internas en Anfield, con el club evaluando todos los departamentos de rendimiento a mitad de una campaña exigente. El momento es significativo. El récord del Liverpool en jugadas a balón parado esta temporada lo coloca entre los peores equipos de las ligas principales de Europa, una estadística que ha socavado repetidamente los períodos fuertes de juego.
Aunque el Liverpool ha seguido siendo competitivo a nivel nacional y en competiciones continentales, los datos sobre las jugadas a balón parado han resultado difíciles de ignorar. Conceder goles en corners y tiros libres indirectos ha cambiado repetidamente el momentum en partidos clave, lo que ha generado preguntas incómodas detrás de escena.

Foto: IMAGO
La estructura defensiva del Liverpool en situaciones de jugadas a balón parado ha sido un problema recurrente a lo largo de la temporada. El análisis interno destacó que los Reds estaban concediendo goles en jugadas a balón parado a un ritmo comparable con los equipos más débiles de las principales divisiones europeas, un contraste marcado con su organización táctica general en juego abierto.
Las jugadas a balón parado, que en su momento el Liverpool buscaba potenciar en ambos extremos del campo, se han convertido en una vulnerabilidad. Los oponentes han dirigido cada vez más sus ataques a corners y segundos balones, exponiendo lagunas en la marcación y coordinación que han resultado costosas en partidos ajustados.
Briggs fue contratado con una reputación de preparación detallada y ganancias marginales. Sin embargo, los departamentos de fútbol rara vez ven los roles de entrenador en aislamiento, y la revisión del Liverpool ha adoptado una visión más amplia de los sistemas, responsabilidades y resultados. Su partida no equivale a una narrativa de culpa individual, pero refleja un reconocimiento de que el enfoque actual no estaba produciendo los resultados deseados.
La decisión de separarse de Aaron Briggs forma parte de una reevaluación más amplia bajo el actual equipo de gestión. El Liverpool ha dejado claro que áreas marginales, incluidas las jugadas a balón parado, el análisis y la especialización en el campo de entrenamiento, están siendo reevaluadas a medida que el club se adapta a una nueva era de entrenamiento.
Los roles de entrenamiento en jugadas a balón parado se han vuelto cada vez más especializados en el fútbol de élite, y las diferencias marginales a menudo deciden los resultados en el nivel más alto. El movimiento del Liverpool sugiere una intención de redefinir cómo se comparte la responsabilidad de las jugadas a balón parado entre el personal o de perseguir un enfoque metodológico diferente por completo.
Quienes están cerca de la situación indican que las discusiones han estado en curso durante varias semanas, con datos de rendimiento y metraje de partidos formando una parte central de la revisión. La salida de Briggs finalmente se consideró el resultado más limpio a medida que el Liverpool se prepara para la segunda mitad de la temporada y mira hacia la próxima campaña.
El Liverpool sigue siendo consciente de que los márgenes finos pueden definir una temporada. Los goles concedidos en corners o tiros libres indirectos tienen un impacto desproporcionado en los partidos decididos por momentos individuales, particularmente contra oponentes de alto nivel que son hábiles para proteger sus ventajas.
Se entiende que el liderazgo del club está considerando varias opciones, incluida la redistribución de responsabilidades en jugadas a balón parado entre entrenadores existentes o la contratación de un especialista con un historial probado en el nivel élite. Cualquier nombramiento o reestructuración interna se espera que esté alineado con la identidad táctica general del Liverpool en lugar de ser tratado como una solución aislada.
Es importante destacar que el Liverpool no ve el problema como puramente defensivo. La mejora de las jugadas a balón parado en ataque también está bajo revisión, con énfasis en maximizar la producción en corners y tiros libres en el extremo opuesto del campo.
A pesar del escrutinio que rodea las jugadas a balón parado y la partida de Aaron Briggs, el Liverpool está ansioso por enfatizar que el enfoque sigue firmemente centrado en la mejora colectiva en lugar de la rendición de cuentas individual. Las estructuras de entrenamiento en clubes de élite son fluidas, y los cambios a menudo se realizan en silencio para respaldar los objetivos a largo plazo.
A medida que el Liverpool avanza a través de un calendario de partidos congestionado, abordar las situaciones de jugadas a balón parado seguirá siendo una prioridad. Ya sea a través de nuevos nombramientos, ajustes tácticos o rutinas de entrenamiento refinadas, el objetivo es claro: reducir las concesiones evitables y restaurar las jugadas a balón parado como una fortaleza en lugar de una responsabilidad.
Con la segunda mitad de la temporada a punto de llegar, la respuesta del Liverpool a este problema será observada de cerca. Las jugadas a balón parado pueden representar solo una fracción de las acciones totales del partido, pero para los clubes que persiguen el éxito en el nivel más alto, pueden definir campañas enteras.
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴 en este enlace.









































