Florentino aprieta el botón rojo | OneFootball

La goleada ante el PSG en Nueva York fue el detonante. La cúpula del club da un golpe de timón tras el desastre. Empieza una limpieza sin contemplaciones en el vestuario.

Xabi Alonso vivió su primera noche amarga como entrenador del Real Madrid. Serio, comedido y visiblemente molesto, compareció en la sala de prensa sin entrar al trapo de las preguntas más directas, especialmente aquellas que señalaban a Mbappé y Vinícius. No respondió con nombres, pero sí con una sentencia que resonó con fuerza: “Ahora sé ciertas cosas con certeza, conozco algunos hechos. El Mundial me ha dicho mucho de lo que somos y lo que tenemos que mejorar. Habrá cambios. ¿Fichajes? Hay margen”.

Una reflexión que deja claro que el curso ha destapado más grietas de las que parecía. Y el técnico vasco lo confirmó en su último partido al frente de un equipo que ha cerrado la temporada con 15 derrotas y 84 goles en contra, igualando el peor registro defensivo en la historia del club (1998-99). Un año que debía ser ilusionante, con la llegada de Mbappé y el cartel de campeones de Europa, ha terminado entre abucheos y dudas.

“El de hoy es el último partido de la 2024-25, no el primero de la siguiente”, recordó Xabi. Porque el problema no fue solo el resultado, sino la actitud: falta de compromiso, sacrificio y hambre. Un mal endémico que ya denunció Carlo Ancelotti antes de su salida y que ha vuelto a explotar. Goleadas encajadas ante Barcelona, PSG, derrotas en Anfield o el Emirates… y un vestuario que, pese a tener estrellas de talla mundial, nunca encontró equilibrio ni regularidad.

Florentino Pérez ya ha actuado. Le ha dado plenos poderes a Xabi para reestructurar el equipo. Según fuentes internas del club, el técnico se sentará con cada jugador para evaluar su grado de implicación. Y algunos nombres están ya bajo la lupa.

Vinícius, el primero. Su actitud en el último partido —risas en el banquillo mientras el equipo caía 3-0 ante el PSG en el Metlife Stadium— ha indignado al presidente. Su renovación más allá de 2027 estaba encaminada, pero ahora mismo su continuidad no está asegurada. La falta de conexión con Mbappé, quien tampoco aporta defensivamente, juega en su contra: si hay que elegir entre los dos, el club se quedará con el francés.

Otros nombres también están en la rampa de salida. Rodrygo, por quien ya se escuchan ofertas, un Endrick al que se le busca una cesión en Champions para que se foguee, y jugadores como David Alaba, Brahim o Ceballos, todos con escaso protagonismo. Incluso Raúl Asencio, que no ha convencido a Xabi, podría salir cedido.

Y por cada salida, habrá una llegada. El club trabaja ya en fichajes para apuntalar la defensa —con la salida de Alaba y las dudas sobre Asencio, se busca un central que acompañe a Huijsen, Rüdiger y Militao, quien regresa tras un largo parón por lesión—. También llegarán centrocampistas, dos con perfil defensivo. Uno de ellos podría ser el alemán Angelo Stiller, mientras que otro nombre que suena con fuerza a medio plazo es Ibrahima Konaté, que acaba contrato en 2026 y podría seguir la vía de Alexander-Arnold rumbo al Bernabéu.

El mensaje es claro: se acabó la complacencia. Xabi ha tomado el mando, tiene carta blanca para aplicar el bisturí, y el vestuario del Madrid se prepara para un verano que promete ser tan agitado como necesario.