Juventud, divino tesoro para Liverpool | OneFootball

Los “Reds” ganaban 2-0 en St. James Park y nuevamente le empataron el partido. Hasta que apareció un “wonderkid” de apenas 16 abriles para desatar el delirio en clave roja con un triunfo inolvidable.

Qué manera de clausurar el segundo episodio de la Premier League y justamente con los protagonistas de la definición de la última Carabao Cup. En St. James Park, Liverpool le ganó 3-2 a Newcastle United con un gol convertido en el minuto !90´+10!.

Los “Reds” rompieron el hielo a los 34´ casi sin querer, con un extraño gol de Ryan Gravenberch. El neerlandés capturó una pelota a unos metros del área y mientras pensaba qué hacer se dio cuenta que nadie salía a marcarlo. Por inercia, decidió darle desde lejos y su derechazo fue tan preciso y rasante que dejó como estatua al sorprendido arquero Nick Pope.

Antohny Gordon se pasó de revoluciones cuando quiso presionar a Virgil van Dijk en la salida y le metió un planchazo que le valió la amarilla. Pero hubo llamado desde la mesa de control para el árbitro Simon Hooper y el color de la cartulina cambió a rojo, justo cuando se acababa la primera etapa.

Para colmo de males, al inicio del complemento el local sufrió otro golpe del campeón. Hugo Ekitike trasladó la pelota por el medio y la soltó para Cody Gakpo, quien quiso rematar con una marca encima y lo bloquearon. Volvió a quedarle al neerlandés, que jugó para un Ekitike rápido de reacción para meter un latigazo de derecha y elevar la cuenta a 2.

Parecía cocinado un 2-0 y con 1 hombres de más, hasta que las “Magpies” sacaron amor propio y nivelaron la contienda. A los 57´, un lateral de Tino Livramento al área fue rechazado y volvió a caerle para un centro que Bruno Guimaraes cabeceó al gol en busca de la esperanza.

Y la explosión local llegó en el minuto 88 con un tiro libre desde su propio campo del arquero Pope para un Dan Burn que ya se vestía de delantero. Peinada del central y William Osula se filtró entre una defensa dormida para tocar justito ante la salida de Alisson Becker. Inesperado empate para los de Eddie Howe pero esto no terminaba acá.

Arne Slot mandó a la cancha a Rio Ngumoha, un muchachito de 16 años en reemplazo de Cody Gakpo. Liverpool decidió apostar a la frescura y en los 11 minutos de adición quiso ganar el partido. Gran jugada colectiva con toques de primera y Mohamed Salah la metió al medio desde la derecha. Iba par Dominik Szoboszlai pero el húngaro tuvo ojos en la nuca y la dejó pasar con un recurso formidable para dejársela servida a Ngumoha, quien abrió su pie derecho para llenarse de gol y desatar una marea roja llena de locura. Apenas 16 años y 361 días para el nuevo wonderkid londinense, que le dio la razón rápidamente a su entrenador y dejó ganador a un campeón del fútbol inglés que no se conforma con nada.

Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi

(Foto Principal: @LFC)