Lamine le explicó a De la Fuente su desagradable pique con Arda Güler: 'Le vi...' | OneFootball

El amistoso entre Turquía y España, resuelto con un contundente 0-6, dejó una de las imágenes más comentadas de la jornada. Cuando el partido ya estaba decidido y quedaban apenas unos minutos, Arda Güler perdió los nervios ante Lamine Yamal. Y le propinó dos empujones en una jugada sin trascendencia.

El gesto del madridista sorprendió a propios y extraños, sobre todo porque el resultado reflejaba una goleada incontestable. Y el jugador turco parecía buscar tiempo para la remontada.

En TVE, el narrador Juan Carlos Rivero trató de rebajar lo ocurrido. Y lanzó un mensaje a la grada madridista: “Hay que ser generosos en la victoria”.

Unas palabras que intentaron disfrazar lo evidente: la impotencia de Güler frente a un rival que le ha pasado por encima en cada enfrentamiento. Pero Rivero tomó partido por el turco madridista antes que por el español barcelonista.

Parece  que intenta ganarse al madridismo, que le acusa de culé y antimadridista, y es que con los periodistas sucede lo mismo que con los árbitros: acoso.

El pique que lo cambió todo

Tras el pitido final, la polémica no tardó en llegar al vestuario español. A Luis de la Fuente, seleccionador nacional, no le gustó nada la enganchada y habló con Lamine para conocer su versión de lo sucedido.

El delantero del Barça fue claro y conciso: “A Güler le vi muy, muy nervioso y lo pagó conmigo. Me empujó él, yo no le toqué”.

Una respuesta que evidenció que el roce no fue casualidad, sino producto del desquiciamiento del jugador del Real Madrid, que luego la tomó con Fermín, agarrándole la camiseta.

Lamine, lejos de caer en la provocación, respondió con una sonrisa y evitó que la situación pasara a mayores. Su madurez contrastó con la reacción del turco, incapaz de aceptar la derrota.

Las cifras que pesan sobre Güler

El pique con Lamine no puede entenderse sin repasar el historial reciente entre ambos. En los últimos cinco partidos en los que se han visto las caras, Güler lo ha perdido absolutamente todo.

Cinco derrotas consecutivas y un balance demoledor: 22 goles encajados por sus equipos. Un dato que habla por sí solo y que ayuda a explicar la frustración del madridista.

Mientras tanto, Lamine Yamal sigue acumulando méritos. Esta temporada ha disputado cinco encuentros oficiales y ya ha participado directamente en siete goles: cinco como anotador y dos como asistente.

Ayer volvió a brillar con otras dos asistencias, confirmando su papel decisivo en la ofensiva española.

Una comparación injusta

Pese a la evidencia, desde ciertos sectores del madridismo mediático se insiste en comparar a Güler con Lamine Yamal. En la previa del partido, algunos tertulianos hablaron de ellos como talentos equivalentes.

Sin embargo, la realidad sobre el césped demuestra todo lo contrario. El culé marca diferencias jornada tras jornada, mientras que el turco todavía no consigue consolidarse en el Real Madrid.

Esa presión mediática también pasa factura al propio futbolista, que en lugar de concentrarse en mejorar su rendimiento, se deja llevar por la frustración. De ahí la acción contra Lamine y el feo agarrón posterior contra Fermín, que completó una actuación muy discreta.

El mensaje para el futuro

El episodio servirá de aprendizaje para todos. Para Lamine, que supo mantener la calma y dar una respuesta madura. Para Güler, que debe entender que la comparación con su homólogo azulgrana solo le resta.

Y para De la Fuente, que constató cómo la convivencia en la selección puede tensarse en cualquier momento.