¡LAPORTA DESAFÍA AL BERNABÉU! El presidente del barca garantiza la victoria | OneFootball

Laporta garantiza la victoria del Barcelonismo en el clásico

La antesala de El Clásico no solo se juega en la sala de prensa con los entrenadores o en los programas deportivos con los analistas; también se disputa en los despachos, con los presidentes como actores principales. En esta ocasión, ha sido Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, quien ha elevado la temperatura al máximo, lanzando una declaración de confianza categórica y absoluta dirigida a los aficionados: «Estoy seguro de que El Clásico será nuestro». Declaraciones

Joan Laporta

(Photo by Eric Alonso/Getty Images)

En una entrevista concedida a Mundo Deportivo, Laporta no dejó espacio para la duda o la cautela. Su mensaje es una arenga directa, buscando inyectar optimismo y firmeza en un entorno que aún lidia con una preocupante plaga de lesiones que ha desmantelado la columna vertebral del equipo.

Fé absoluta en el vestuario

El presidente basó su convicción en la intensidad que, asegura, vio en el vestuario a días del partido. Describió a sus jugadores con una determinación inquebrantable, a pesar de las ausencias:

Esta cercanía con la plantilla, destacando que «Los vi a todos tan concentrados», busca reforzar la moral del equipo y, al mismo tiempo, transmitir una imagen de unidad y compromiso a los aficionados. La presión de las lesiones (Lewandowski, Ter Stegen, Gavi, más las dudas) es inmensa, y el líder de la institución ha optado por el camino de la arenga emocional, prometiendo un resultado que solo la victoria puede cumplir: «¡Nos harán muy felices el domingo!».

Seguridad del 100%

Laporta se apoyó en la historia reciente para validar su atrevimiento. Recordó que el Barcelona ha logrado vencer al Madrid en el Bernabéu en el pasado y que esta capacidad se mantiene intacta, ignorando de forma deliberada el balance de los últimos ocho Clásicos, que arrojan un empate 4-4.

La reiteración de la «seguridad al 100%» es un arma de doble filo. Si bien sirve para movilizar a la afición y presionar al rival, en caso de derrota, el fracaso se sentirá doblemente por el nivel de expectativa generado desde el máximo cargo institucional.