Santa Fe Deportivo
·17 novembre 2025
LUTO EN SANTA FE: Falleció Alberto Manuel Bustingorria, exjugador de Colón

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·17 novembre 2025

De Ferro Carril Santa Fe al sueño cumplido en Colón. El ambiente del fútbol santafesino amaneció sumido en un profundo dolor: Alberto Manuel Bustingorria, ex jugador, entrenador y referente ineludible de la región, falleció dejando un vacío inmenso en Colón y en la Liga Santafesina de Fútbol.
Nacido el 21 de febrero de 1960 en Santa Fe Capital, inició su camino futbolístico a los 12 años en Ferro Carril Santa Fe, donde ya evidenciaba una vocación natural por el juego y una determinación que lo acompañaría toda su vida.

A los 16 años dio el salto soñado: se probó en Colón, el club de sus amores. Sus primeras prácticas convencieron rápidamente al cuerpo técnico y pronto fue confirmado como jugador de la institución.
De chico había admirado a figuras como Edgar Fernández y Elvio Ricardo “Chivo” Pavoni, referentes que también marcaron su modo de vivir el fútbol.
Su debut en primera división llegó el 31 de agosto de 1980, en un amistoso ante Belgrano de Córdoba bajo la conducción de Miguel Antonio “Gitano” Juárez. Con la camiseta rojinegra cumplió otro de sus grandes sueños: disputar el clásico frente a Unión, experiencia que siempre recordó con orgullo.

En 1983 estuvo muy cerca de pasar a San Lorenzo de Almagro, pero la transferencia se frustró cuando Colón decidió elevar demasiado su cotización.
Finalmente, el puesto quedó en manos de Enrique Hrabina. Un año más tarde, y tras continuar una temporada en el Sabalero, viajó a Buenos Aires para reunirse con el técnico Roberto “Pipo” Ferreiro y el presidente de Deportivo Morón.
El acuerdo llegó rápido y el club compró su pase, junto con el del arquero Carlos Mercado.
En Morón, Bustingorria se ganó el respeto de todos. Con sacrificio y rendimiento desplazó nada menos que a un ídolo de la institución, el histórico arquero Vicente “Tano” Stagliano. Su temperamento, su temple y su profesionalismo lo convirtieron en un referente inmediato.
En 1988 tomó una decisión inusual para la época: compró su propio pase al Deportivo Morón para pasar a Atlético Ituzaingó, que se encontraba armando un plantel competitivo con aspiraciones de ascenso. Sería un movimiento acertado.
El 27 de mayo de 1989, Ituzaingó logró el ansiado ascenso con Bustingorria como capitán, uno de los logros deportivos que más atesoró.
Disputó un año más en la B Metropolitana y luego firmó con Excursionistas, donde permaneció una temporada y media. Más tarde jugó campeonatos regionales en General Villegas y Chivilcoy, para finalmente aceptar una propuesta de Central Ballester.
Sin embargo, tras apenas seis o siete partidos y ante el incumplimiento dirigencial, decidió poner fin a su carrera a los 36 años. Había disputado alrededor de 600 encuentros y convertido más de 30 goles: números que hablan de una trayectoria extensa y rica, construida lejos de los reflectores, pero con el respeto del ambiente.
La vida después del fútbol no fue sencilla para Bustingorria. Sin grandes ingresos y alquilando una vivienda, debió trabajar de lo que fuera necesario para sostener a su familia. Aun así, nunca se alejó del deporte que lo apasionaba.
Fue coordinador de fútbol durante seis años en Huracán de San Justo y en 1998 regresó definitivamente a Santa Fe, donde continuó ligado al desarrollo de jugadores y a la enseñanza.
Construyó una familia sólida junto a su esposa, Norma Beatriz. Tuvo tres hijos —Noelia, Andrea y Manuel— y tres nietos varones, orgullo de su vida.
En el ámbito deportivo local dejó una huella profunda: dirigió a San Cristóbal tanto en Liga Santafesina como en el Argentino B, trabajó en Colón durante dos años, pasó por Banco Provincial, volvió a San Cristóbal, condujo a Las Flores II y, hasta antes de la pandemia, estuvo al frente de El Cadi y Formadores FC.
Siempre generoso, era un referente para muchos clubes de la Liga, a quienes asesoraba y ayudaba llevando jóvenes a probarse en equipos de Buenos Aires.
En los últimos años participó activamente en la Peña de Newell’s Old Boys de barrio Roma, donde era invitado habitual por su trayectoria y su vínculo con la comunidad futbolera santafesina.
La muerte de Alberto Bustingorria enluta a Colón, a la Liga Santafesina y a todo el fútbol regional. Se va un hombre que vivió con pasión, que luchó, que formó y que dejó una marca imborrable en cada institución que pisó.
Su legado perdura en quienes lo conocieron y en cada pibe que soñó, gracias a él, con una oportunidad en el fútbol.
Fuente: El Litoral









































