Revista MadridistaReal
·20 janvier 2025
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Kylian Mbappé está demostrando por qué llegó al Real Madrid como uno de los mejores jugadores del mundo. Su progresión en el equipo blanco no solo confirma su calidad, sino que deja claro que está alcanzando el nivel que todo el madridismo soñaba. Partido tras partido, el astro francés sigue creciendo y ofreciendo actuaciones que rozan la perfección, como un buen vino que mejora con el tiempo.
El punto de inflexión llegó en el último Clásico ante el FC Barcelona, donde Mbappé mostró un despliegue eléctrico y una profundidad que fue eclipsada por el resultado. Su velocidad y capacidad para generar peligro constante lo han convertido en uno de los mejores jugadores y más desequilibrantes del mundo, y en estos últimos partidos está dejando señales de que está listo para liderar al Real Madrid en los momentos clave.
Sin embargo, su verdadera explosión llegó en los octavos de final de la Copa del Rey contra el Celta de Vigo. En un partido ajustado y repleto de tensión, Mbappé no solo fue determinante, sino que mostró una versión completa de su repertorio: desequilibrio, sacrificio y determinación en el área rival.
Yasser Bakhsh/Getty Images
Ante la UD Las Palmas, Mbappé alcanzó un nivel superlativo. En apenas 40 minutos, marcó dos goles, le anularon otro por fuera de juego y estrelló un balón en el palo. Su actuación ha sido un espectáculo de velocidad, técnica y definición, dejando al Santiago Bernabéu rendido a sus pies. Este partido no solo ha reafirmado su condición de estrella, sino que evidencia que está totalmente adaptado al equipo y al estilo de juego que Carlo Ancelotti busca para su Real Madrid.
Mbappé no es solo un goleador; es un generador de espectáculo. Sus carreras vertiginosas, combinaciones con sus compañeros y capacidad para definir en momentos clave hacen de él el jugador que todos los madridistas esperaban cuando firmó por el club.
El Bernabéu ya lo sabe: Mbappé ha llegado para quedarse y para convertirse en el ídolo que el madridismo soñaba. Y si algo está claro, es que su mejor versión aún está por venir.