OhNacional
·14 mai 2025
Parceros, el VAR por poco nos hace infartar

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·14 mai 2025
¡Parceee, qué locura la que se vivió esta tarde en el Atanasio, ome! Atlético Nacional está ganando parcialmente al Bahía y el estadio está que se cae del alboroto. Pero no fue cualquier gol, mi hermano, fue una montaña rusa de emociones digna de una final. Kevin Viveros la mandó a guardar con toda la verraquera y apenas la pelota besó la red, la hinchada estalló… hasta que el árbitro pidió VAR. ¡Nooo, parce, ahí fue cuando nos empezamos a morder las uñas!
La jugada fue revisada por una supuesta mano de Billy Arce, que según el central, pudo haber invalidado el gol. ¡Imaginate esa vaina! Más de 40 mil corazones palpitando al mismo ritmo, con el alma en un hilo, mirando esa pantalla como si fuera el mismísimo destino de la humanidad. Uno que otro ya estaba renegando, otros se aferraban a la fe, y todos, toditos, con la voz en pausa.
Parce, esos minutos se sintieron como horas. Un silencio raro, pesado, invadió el Atanasio. Solo se escuchaban los murmullos de la tribuna, los rezos internos y ese nerviosismo que se podía cortar con cuchillo. Pero eso sí, cuando el juez central hizo el gesto del VAR y señaló el centro del campo… ¡BOOM! ¡Goooool convalidado, mi hermano! ¡La alegría fue desbordada!
¡Se vino la avalancha de emociones! Abrazos entre desconocidos, gritos al cielo, saltos en las gradas y hasta lágrimas se vieron, parcero. Porque este equipo nos hace sufrir, pero también nos da alegrías que valen oro. Kevin Viveros se volvió héroe en un segundo, y Billy Arce, que nada tuvo que ver con mano alguna, fue reivindicado como se merece. ¡Así se juega con honor!
Este partido no solo se está jugando en la cancha, se está viviendo en el alma de cada hincha. Nacional está mostrando carácter, actitud y un compromiso que nos llena de orgullo. Bahía no la tiene fácil, porque cuando el verde se conecta con su gente, no hay quien lo frene, ome. Y hoy, ese vínculo está más vivo que nunca.
A todos los que están en la tribuna, en la casa, en el barrio o en cualquier parte del mundo: esto es Nacional, parceros. Un equipo que se levanta con fuerza, que no se deja tumbar por decisiones injustas y que responde con fútbol, con goles y con corazón. ¡Hoy más que nunca, somos el orgullo paisa!
Y esto no ha terminado, mi llave. Falta partido, faltan emociones y seguro más sustos, porque así es el fútbol cuando se lleva en la sangre. Pero pase lo que pase, el verde ya nos regaló otra noche épica. ¡Vamos Nacional, que esto es con toda!