Sigue la búsqueda de un central: se aleja Bruno Cabrera, se acerca Joaquín Sosa | OneFootball

Ante el alto monto solicitado por Coquimbo para desprenderse de una de las figuras del campeonato 2025, los albos van por un defensa uruguayo que pertenece al Bologna de Italia y en la última temporada defendió al Independiente Santa Fe de Colombia

Concluidas las celebraciones de Navidad, la dirigencia de Colo Colo reorientó rápidamente su agenda hacia uno de los puntos más sensibles del proyecto deportivo 2025: el refuerzo de la defensa. En particular, la búsqueda de un defensor central zurdo se ha transformado en una prioridad estratégica para Blanco y Negro, tal como lo reconoció públicamente su presidente, Aníbal Mosa. No se trata solo de sumar un nombre, sino de encontrar una pieza que responda a las necesidades estructurales del equipo que dirigirá Fernando Ortiz.

El mercado ha ofrecido múltiples alternativas, algunas surgidas desde la planificación interna de la concesionaria y otras a partir de ofrecimientos de representantes. Nombres como Bruno Cabrera, Matías Catalán, Junior Barreto, Javier Méndez y Juan Ignacio Díaz han orbitado en las últimas semanas en el entorno albo, reflejando tanto la amplitud de opciones como la cautela con que se ha abordado la decisión.

No obstante, en ese abanico de posibilidades emergió con fuerza un nombre que hasta hace poco operaba como una carta silenciosa: Joaquín Sosa. El zaguero uruguayo de 23 años y formado en Nacional de Montevideo irrumpió en la última semana como el principal candidato para reforzar la última línea de Colo Colo. Perteneciente al Bologna de Italia y con un reciente paso a préstamo por Independiente Santa Fe de Colombia, Sosa estuvo muy cerca de cerrar su arribo en la última reunión de directorio de Blanco y Negro. Sin embargo, diferencias finales con el club italiano impidieron que el acuerdo se sellara en esa instancia.

Según informó Rodrigo Gómez, periodista de Radio Cooperativa, el escenario sigue siendo favorable para el Cacique. Este viernes señaló que las partes están próximas a concretar la operación en una nueva reunión de directorio, ajustándose a los protocolos internos de la concesionaria: “Están ad portas de agendar una nueva reunión, por el protocolo de Blanco y Negro, para cerrar cuanto antes al zaguero central que está al caer (Joaquín Sosa); me dijeron en la mañana que estaba todo bien cerca”.

Desde lo futbolístico, el perfil de Sosa ofrece elementos que invitan tanto a la expectativa como al análisis crítico. Con 1,89 metros de estatura y condición de zurdo, reúne características escasas y valiosas en el mercado. Sin embargo, su última temporada estuvo marcada por una continuidad irregular. En el segundo semestre fue cedido a Independiente Santa Fe, donde disputó 12 partidos oficiales y acumuló 813 minutos, perdiéndose varios encuentros ya sea por lesiones o por decisiones técnicas. Previamente, en el primer semestre, defendió a la Reggiana en la Serie B de Italia, con apenas ocho apariciones y 390 minutos en cancha.

Así, Colo Colo parece moverse en un delicado equilibrio entre urgencia y proyección. Joaquín Sosa no llega como una certeza consolidada, sino como una apuesta que combina juventud, experiencia internacional incipiente y un margen de desarrollo que el cuerpo técnico deberá potenciar. La decisión final, más allá de cerrarse en una reunión de directorio, definirá parte importante del rostro defensivo albo para la temporada que viene.

/GAE