UEFA decidirá si el Villarreal-Barça se juega en Miami | OneFootball

El futuro de un plan histórico está a punto de resolverse. El comité ejecutivo de la UEFA tiene en sus manos una decisión que puede cambiar la manera de entender las ligas nacionales.

El 11 de septiembre, en Tirana, se debatirá si el Villarreal-Barcelona puede disputarse fuera de España, concretamente en el Hard Rock Stadium de Miami el próximo 20 de diciembre. La iniciativa de la RFEF y LaLiga ha generado debate desde que se trasladó oficialmente a los organismos europeos, que ahora deben pronunciarse sobre la viabilidad del proyecto.

La UEFA se mueve con cautela. Como garante del fútbol en el continente, quiere analizar si este tipo de estrategias de expansión respetan el espíritu deportivo de los campeonatos nacionales. Además, recibió la oposición de Football Supporters Europe, la asociación que representa a hinchadas de todo el continente, contrarias a la idea de llevar partidos ligueros fuera de Europa.

El plan tampoco cuenta con unanimidad en España. El Real Madrid, en un comunicado oficial, ya mostró su rechazo frontal a que un partido de LaLiga se juegue en Estados Unidos. Ese posicionamiento ha llegado también a la mesa de Aleksander Ceferin, que tendrá la última palabra en el organismo europeo antes de elevar el caso a la FIFA.

En paralelo, la UEFA estudia otra propuesta con mejor recepción: el duelo Milán–Como de la Serie A, previsto para febrero en Perth (Australia). A diferencia del caso español, cuenta con apoyo unánime de los clubes italianos y responde a una necesidad logística, ya que San Siro estará ocupado como sede de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno.

El equipo jurídico de la UEFA trabaja contrarreloj para sentar las bases de una decisión que puede marcar un precedente. No se trata solo de decir sí o no. Habría que establecer un marco regulador: cuándo, dónde, cuántos partidos, qué competiciones y con qué distancia de la sede original.

El 11 de septiembre se espera un veredicto que puede ser histórico. La pregunta es clara: ¿Miami sí o Miami no?