Todofutbol.cl
·19 décembre 2025
Un momento de pausa, el Betis a octavos ante el Murcia

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El Betis estará en los octavos de final de la Copa del Rey, tras mostrar su superioridad ante el Murcia en un partido que salvo en el tramo final del primer tiempo, donde emergió el meta Adrián, tuvo controlado. Luego, en la segunda mitad, apostó por las posesiones largas, hasta que logró el segundo y definitivo 0-2 a poco para el final. Ahí acabó el choque, esperando ya el equipo de Pellegrini rival en el bombo.
El Murcia salió muy voluntarioso buscando la portería verdiblanca, pero poco a poco fue el Betis el que se hizo con el mando del partido a base de tener la pelota. Los pimentoneros, con tres centrales y dos peligrosos carrileros, como Cristo Romero por la izquierda y, sobre todo, un buen Jorge Mier por la derecha, defendían con línea de cinco, cuatro hombres por delante y Flakus arriba, lo que obligó a los de Pellegrini a meterle ritmo a la circulación de la pelota para atacar por los costados. Especialmente incisivo fue Ángel Ortiz, pero ni Pablo García ni Riquelme daban un paso al frente. Así, lo intentó el cuadro verdiblanco con tiros lejanos muy desviados, hasta que llegó, al filo de la media hora, la acción del penalti. Tiro del Cucho que da claramente en el brazo de Alberto González y Martínez Munuera decretó el punto fatídico. El propio delantero colombiano transformó la pena máxima.
Pero tras el 0-1, el Betis se desconectó por completo y no se fue al descanso encajando más de un gol por las sensacionales intervenciones de Adrián, decisivo en un disparo a bocajarro ante Flakus (35’) en una triple ocasión de los pimentoneros y, poco después, soberbio ante Antxón Jaso y otra vez Flakus, con dos paradas de mucho mérito (43’) tras un despeje horrible de Deossa.
Anduvo en ese momento el equipo bético desquiciado con las amarillas que vieron Natan y el propio Cucho por protestar, aunque supo mantener la mínima renta al descanso de un primer tiempo en el que, a nivel ofensivo, ni los hombres de banda, Riquelme y Pablo García, ni el Chimy, que cometió innumerables pérdidas de balón, estuvieron nada finos. Perdió el control el Betis y casi lo paga en el tramo final de esos primeros 45 minutos.
A la vuelta de la caseta, Pellegrini ya movió el banquillo e introdujo un doble cambio. Sacó del campo a Natan, con amarilla, y a un desdibujado Pablo García por Fornals. A partir de ahí, los verdiblancos tuvieron un claro guión del partido: dormirlo con posesiones largas. Fútbol control a la espera de sorprender al rival arriba. No quería el cuadro heliopolitano riesgo alguno y sí desgastar al Murcia corriendo detrás de la pelota. De hecho, hubo llegadas de peligro del Betis al área del equipo pimentonero, pero a los de Pellegrini les faltó más acierto y un mejor último pase para culminar las acciones ofensivas.
Así, llegó el equipo bético al último cuarto de hora del encuentro dominando la situación, hasta que el Murcia dio un paso al frente. La entrada de Palmer hizo que los locales tuvieran algo más el balón, pero poco peligro real. Algún centro desde la izquierda de Cristo Romero o de Mier desde la derecha, pero siempre bien cortado por los centrales verdiblancos, especialmente un Valentín Gómez que estuvo en su habitual línea de firmeza defensiva. Flakus, el delantero del equipo murciano, mostró mucha pelea arriba, como en la última acción del choque, pero la buena cobertura de Deossa evitó cualquier atisbo de problema para un Betis que antes (85’) había conseguido dejar encarrilado el choque con el 0-2. Fornals peinó un balón largo hacia atrás para dejar solo a Ruibal, cuyo disparo lo tocó el meta y cogió una parábola hacia la portería. En ese momento, Héctor Pérez, casi en la línea de gol, intentó despejar, apenas lo rozó, y fue el meta local, Diego Piñeiro, el que acabó introduciendo la pelota en su propia portería.
Ahí acabó el encuentro para un Betis que tiró de oficio para superar una eliminatoria en la que, salvo en el último cuarto de hora de la primera mitad, apenas sufrió. Entonces apareció Adrián para arreglar la papeleta. El meta y el posterior fútbol control de los verdiblancos certificaron el pase a los octavos de los de Heliópolis.
/DiarioSevilla









































