Diario La Escuadra
·20 novembre 2024
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Parece que el fin de Peter Lim y Meriton en Valencia está cerca. Tras firmar un acuerdo con Goldman Sachs, la entidad che pasa de tener deuda con CaixaBank y Rights and Media para tenerla con el fondo inversor americano.
Cuando el magnate de Singapur se convirtió en el máximo accionista del Valencia allá por 2014, asumió un 70% de las acciones. No obstante, el banco CaixaBank le perdonó 60 millones de euros mediante un acuerdo que estipulaba que, para vender el 51% de sus acciones del club, deberían abonar esa cantidad. En estos momentos, según ha publicado Relevo, esta deuda la ha pagado Goldman Sachs. Y, de esta manera, Peter Lim ya cuenta con vía libre para desprenderse de la entidad che.
La cosa no queda ahí, ya que este acuerdo no fue ‘gratis’. Es cierto que CaixaBank le ‘perdonó’ 60M, pero a cambio se quedó las parcelas de Mestalla (el actual). Ahora, esa hipoteca se elimina y las parcelas vuelven a pertenecer al Valencia.
Gracias al préstamo concedido por Goldman, se espera que en el mes de enero se retomen las obras del Nou Mestalla. El estadio, en principio, estaría terminado entorno al año 2027, donde el Valencia comenzaría a pagar un préstamo de 325 millones de euros desvelado hoy por Tribuna Deportiva.
Si bien contaría con un plazo de unos 25 años para pagarlo, no dejarían de ser unos 30M anuales. Según desveló el club mediante un comunicado oficial, recibió un crédito de 121 millones, que han de ser devueltos durante los próximos 10 años. A su vez, cobró un préstamo puente de 65M que se une al crédito de 325M, y que se devolverá a través de los ingresos del nuevo estadio.
Nou Mestalla. Fuente: Manuel Queimadelos.
A nivel económico, con el acuerdo de Goldman Sachs, el Valencia cuenta con mayor valor. Sin embargo, en términos deportivos, han sido diez años muy largos para los valencianistas. Más allá de excepciones como la Copa del Rey de 2019, la entidad che no ha dejado de debilitarse temporada tras temporada.
Ha pasado de luchar por entrar en Champions, a pelear por no descender a Segunda División. Y sí, parece que ha encontrado una fórmula para su deuda económica, pero la obra de Peter Lim siempre quedará recordada como el hundimiento de un histórico del fútbol español.
Lo peor, la incertidumbre. En cursos pasados la sensación en la grada era de enfado, pasividad o nervios, algo que este año se está repitiendo. No obstante, a diferencia de temporadas anteriores, sí que parece haber riesgo real de perder la categoría.
Independientemente de la obra del Nou Mestalla, o de refinanciaciones, la deuda deportiva va a estar ahí. Pues se puede considerar que han sido diez años en la nada futbolística. Como se menciona arriba, salvo algún momento puntual.
Precisamente el desconocimiento acerca del futuro es algo que se teme en los alrededores de Mestalla. Y es que se puede pasar de esa nada futbolística a un pozo mucho peor y de más complicada salida como sería un descenso. Es entonces cuando uno se da cuenta de que la venta de Peter Lim podría llegar demasiado tarde.