Analizamos al mejor jugador de la J12, Peque | OneFootball

Antes incluso del gol, el partido ya tenía un nombre propio: Peque. El extremo catalán fue el futbolista con más personalidad sobre el césped. Un jugador que no solo encara, sino que pide la pelota, rompe líneas y obliga a los defensas a tomar decisiones incómodas. Su actuación fue la chispa en un encuentro cerrado, de ritmo trabado y pocas ocasiones claras.

A sus 23 años, Gerard mostró madurez, descaro y criterio, conectando con el juego interior, atacando el espacio y sosteniendo el ataque sevillista cuando el equipo necesitaba aire. Fue el futbolista más diferencial en el 1 contra 1, el que más progresó metros con balón y el que más desordenó la estructura defensiva de Osasuna.

El punto de desequilibrio

Peque no se limitó a desbordar. Seleccionó bien cuándo encarar, cuándo descargar y cuándo acelerar. Le dio intención al ataque, algo que el Sevilla viene echando en falta durante mucho tiempo: un jugador que no solo reciba en banda, sino que construya desde ella.

Su capacidad para girarse entre líneas y encarar hacia dentro fue clave para empujar al equipo a campo rival. Además, su compromiso defensivo fue total, ganando duelos y trabajando hacia atrás sin desconectar ni un segundo.

Sus números en el partido

Minutos jugados: 76

Goles: 0

Asistencias: 0

Goles esperados (xG): 0,11

Asistencias esperadas (xA): 0,07

Pases precisos: 17/19 (89 %)

Oportunidades creadas: 1

Toques: 46

Toques en el área rival: 3

Regates completados: 4/7 (57 %)

Pases en el último tercio: 3

Tiros a puerta: 0

Tiros bloqueados: 2

Pérdidas de balón: 0

Duelos ganados: 10/13 (77 %)

Entradas: 1

Recuperaciones: 3

Valoración FotMob: 7,6

Claves de su actuación

• Regate y atrevimiento constante

Fue el jugador que más amenazó en el 1 contra 1. Obligó siempre al lateral a defender hacia atrás y generó ventajas continuas.

• Presencia física en los duelos

No es solo técnica. Ganó 10 de 13 duelos, algo clave para sostener al equipo tanto en ataque como en la presión tras pérdida.

• Claridad con balón

89 % de acierto en el pase, casi sin pérdidas. Atrevido, sí, pero responsable.

• Sentido colectivo

No buscó brillar él solo. Jugó para que el equipo progresara. Entendió el partido, lo leyó y lo manejó.

Conclusión

Peque fue el mejor jugador del partido. En un encuentro en el que costaba generar peligro, su fútbol fue la diferencia. Fue quien movió al Sevilla hacia adelante, quien obligó a Osasuna a replegar y quien mantuvo viva la amenaza cuando el ataque se atascaba.

Un futbolista que rompe, cambia ritmos y contagia.

Un jugador que, si mantiene este nivel, no va a tardar en convertirse en indiscutible.

Gerard Fernández lo tiene.