City Xtra
·15 Desember 2025
Cinco claves: Crystal Palace 0-3 Manchester City (Premier League)

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·15 Desember 2025

La lucha del Manchester City por el título de la Premier League cobró aún más impulso con una victoria 3-0 a domicilio ante el Crystal Palace en Selhurst Park la tarde del domingo.
Recién salido de su triunfo en la Champions League a mitad de semana en el Santiago Bernabéu, el City estuvo lejos de mostrarse fluido durante largos tramos en el sur de Londres, dominó la primera parte en términos de posesión y, aun así, terminó con un marcador contundente que recortó la distancia con el líder Arsenal a dos puntos.
Erling Haaland abrió el camino poco antes del descanso, culminando con un potente cabezazo un centro de Matheus Nunes en el primer remate a puerta del City. El Palace siguió amenazando tras la reanudación, estrellando el balón en el poste por medio de Adam Wharton, pero la calidad del City volvió a imponerse cuando Phil Foden firmó el segundo con un disparo raso tras una gran jugada de Rayan Cherki.
Haaland completó la goleada en el tramo final con un penalti después de que Dean Henderson hiciera falta al suplente Savinho, sellando un resultado tan significativo en lo psicológico como en lo material.
Estas son cinco conclusiones clave del rendimiento del City en Selhurst Park.
Crece la sensación de que el Manchester City puede parecer un equipo normal durante largos periodos y aun así ganar con autoridad, simplemente porque existe Haaland. Selhurst Park fue un ejemplo claro.
Durante buena parte de la primera mitad, el Palace controló el ritmo, interrumpió la salida del City y generó las ocasiones más claras. Haaland estuvo en la periferia, bien vigilado por la zaga de tres del Palace y sin apenas servicio.
Luego, con el City bajo presión y acercándose al descanso, un momento cambió por completo el partido. Nunes puso un centro profundo y medido desde la derecha. Haaland se despegó de su marcador, atacó el espacio y conectó un cabezazo inapelable ante Henderson.
Un toque, un cabezazo a puerta, un gol. Ese movimiento y esa definición lo siguen separando de cualquier otro delantero de la liga. Su penalti final, transformado con calma tras la zancadilla de Henderson a Savinho, elevó su cuenta en la Premier League 2025-26 a 17 y subrayó otra faceta de su valor.
Aun cuando el City no fluye, incluso cuando es inferior por momentos, mantiene una amenaza constante que altera la manera de jugar de los rivales. El Palace no pudo comprometerse del todo, sabiendo que un solo despiste sería castigado. Y lo fue.
En una lucha por el título que probablemente se decidirá por márgenes estrechos, la fiabilidad de Haaland en los momentos que inclinan los partidos resulta cada vez más decisiva.
Este no fue un recital “vintage” del equipo de Guardiola en el sentido tradicional. El City hizo menos remates que el Palace en los primeros 45 minutos y por momentos le costó progresar limpio por el mediocampo. Su presión careció de la habitual cohesión al principio y fue sorprendido repetidamente por balones directos a la espalda.
Aun así, los visitantes nunca dieron sensación de nerviosismo. Esto habla de una evolución en cómo el City gestiona los partidos. Ahora se siente más cómodo permitiendo que el rival lleve la iniciativa, confiando en su estructura, su portero y su calidad individual para absorber presión antes de golpear con contundencia.
El gol que abrió el marcador justo antes del descanso fue crucial. Cambió la narrativa del encuentro y obligó al Palace a ir a remolque. A partir de ahí, el City pudo jugar con más paciencia, ahorrar energía tras una semana exigente y elegir sus momentos. El gol de Foden fue el ejemplo perfecto: no fruto de un acoso sostenido, sino de precisión, timing y ejecución individual.
Guardiola ha hablado a menudo de estar presente en la lucha por el título más que liderarla pronto. Actuaciones como esta explican por qué. El City puede ganar sin control, sin fluidez y sin dominar el territorio. Esa adaptabilidad los hace extremadamente difíciles de detener a lo largo de una temporada larga.
El resurgir de Phil Foden ha sido uno de los desarrollos más importantes de la temporada del City y Selhurst Park ofreció otro recordatorio de su creciente influencia. Actuando mayormente desde la izquierda por la lesión de Jeremy Doku, Foden empezó lento, pero su presencia ofensiva creció con el paso de los minutos, conduciendo y explorando la estructura defensiva del Palace.
Su gol fue el momento definitorio de la segunda parte. Después de que Cherki se internara por el carril interior derecho, atrayendo defensores y aguantando una entrada, Foden encontró espacio al borde del área y remató bajo y temprano. Fue el tipo de definición que habla de confianza y claridad de ideas.
Lo que destaca es la adaptabilidad de Foden. Ya no es simplemente un atacante de banda o un “10” como tal. Se mueve entre roles, entiende cuándo acelerar el juego y cuándo reciclar la posesión, y cada vez más parece un futbolista en quien Guardiola confía para interpretar los partidos en tiempo real.
Con el seleccionador inglés Thomas Tuchel observando en Selhurst Park, fue otra declaración de que Foden ha vuelto al nivel que en su día le llevó a honores individuales. Para el City, restaura un equilibrio que a veces faltó la temporada pasada.
La salida de Kevin De Bruyne en verano dejó un evidente vacío creativo, que muchos asumieron requeriría compensación colectiva más que un único reemplazo. Rayan Cherki no es De Bruyne y el City no le pide que lo sea. En cambio, está redefiniendo cómo llega la creatividad en este equipo.
Su asistencia a Foden fue la sexta en apenas 466 minutos de Premier League, lo que resume su valor. Cherki no domina la posesión ni dicta el ritmo. Aporta incisión. Su capacidad para recibir orientado, conducir entre tráfico y soltar al desmarque en el momento justo se está convirtiendo en una constante.
Igualmente importante es su trabajo sin balón. El Palace intentó sobrecargar el costado derecho del City, pero Cherki siguió con diligencia, permitiendo a Nunes avanzar y mantener la amplitud. Esa disciplina defensiva ha ayudado a que Guardiola confíe en él en partidos de alto voltaje.
La relación en desarrollo entre Cherki y Foden es especialmente interesante. Dos futbolistas que antaño se consideraban demasiado similares están encontrando ritmos complementarios, rotando posiciones y combinándose en espacios reducidos. Puede que el City ya no dependa de un único foco creativo central, pero la presencia de Cherki asegura que su ataque siga siendo imprevisible.
Un 3-0 y la portería a cero sugieren control, pero la realidad fue más frágil. El Palace generó suficientes ocasiones como para haber cambiado por completo la tarde. Yeremy Pino estrelló un balón en el larguero en la primera parte y Wharton vio cómo su disparo se desviaba al poste tras el descanso.
Pino e Ismaïla Sarr encontraron espacios a la espalda de la zaga del City, apuntando en particular a Josko Gvardiol cuando se lanzaban balones rápidos al espacio. Guardiola ha asentado una línea defensiva consistente con Matheus Nunes, Rúben Dias, Gvardiol y Nico O’Reilly, y este fue su séptimo partido consecutivo como titulares en la Premier League.
La continuidad ha ayudado, pero la vulnerabilidad persiste cuando al City le hacen girar y defender espacio a velocidad. El fuera de juego falló varias veces y la incapacidad del Palace para capitalizar tuvo más que ver con la mala definición que con una defensa robusta.
Dicho esto, el City gestionó bien los minutos finales. Tras el gol de Foden, se replegó, estrechó el campo y protegió mejor a Gianluigi Donnarumma, tal como hizo en Madrid. Esto sugiere un pragmatismo creciente más que un problema resuelto.
En una recta final por el título, estas imperfecciones pueden salir caras. Pero la capacidad del City para superar problemas a base de goles, en lugar de eliminarlos por completo, ha sido parte de su identidad desde hace tiempo.
Este no fue el Manchester City más elegante, pero quizá sí el más convincente en contexto. Un exigente partido fuera de casa, cuatro días después de una dura victoria europea en Madrid contra un rival que les negó títulos la temporada pasada, requería más resiliencia y precisión que espectáculo.
El City mostró ambas. Absorbió presión, golpeó con dureza y se apoyó en los jugadores que pueden definir su temporada: Haaland, Foden y un Cherki cada vez más influyente. Es una combinación que los mantiene firmemente a la estela del Arsenal y refuerza una verdad conocida.
Cuando el Manchester City encuentra este equilibrio entre control y eficacia, la carrera por el título puede inclinarse sutilmente de nuevo en su dirección.
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴 en este enlace.









































