Con Deco al mando, el Barça logra un respiro millonario | OneFootball

Las operaciones estivales combinan traspasos, cesiones y ahorros de sueldos.

La dirección deportiva ha rematado un verano de salidas que dejan cerca de 75 millones de euros entre ingresos y ahorro de sueldos. No es solo una cuestión de caja. Es también un paso decisivo para acercarse a la ansiada vuelta a la regla 1-1 del ‘fair play’ financiero, condición indispensable para inscribir a varias piezas clave.

El paso definitivo aún depende de que se valide la documentación relacionada con los asientos VIP del estadio y se remita el informe a la patronal. Solo entonces se podrá aplicar la norma que permitiría registrar a cinco futbolistas que ya trabajan bajo órdenes del entrenador.

Mientras se espera ese visto bueno, el balance de operaciones es contundente. La marcha de Iñigo Martínez al fútbol saudí libera alrededor de 14 millones sumando ficha, nómina y comisiones pendientes. La cesión de Ansu Fati al fútbol francés ahorra otros 12 millones, la misma cifra que se libera con la salida de Lenglet rumbo a la capital española.

En ventas, la más elevada ha sido la de Pau Víctor a Portugal por 12 millones fijos más tres en variables. Le siguen Àlex Valle, traspasado por 6 millones, y Pablo Torre, vendido por 5. Otras operaciones menores, como las de Sergi Domínguez, Noah Darvich o Eman Kospo, suman cifras más modestas, pero contribuyen al total.

Además, la entidad ha cobrado porcentajes de traspasos antiguos. El pase de Todibo a Inglaterra deja 8 millones, mientras que Ludovit Reis, Ilaix Moriba, Ferran Jutglà y Alex Collado aportan cantidades menores. Todo junto, 74,8 millones que, cuando LaLiga dé luz verde, permitirán desbloquear inscripciones estratégicas.

El foco inmediato está en la portería. El club espera que la Comisión Médica confirme el tiempo de baja de Ter Stegen. Según la duración, podría utilizarse parte de su ficha para registrar a un portero que sería titular en el estreno liguero.