Fondo Segunda
·30 Desember 2025
El Andorra se llevará una de las perlas del Racing

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El mercado invernal es un espejo incómodo. Refleja carencias, desnuda urgencias y obliga a tomar decisiones sin margen para el error. En el FC Andorra lo saben. La temporada avanza con el pulso acelerado y el equipo necesita un estímulo ofensivo que le permita mirar la clasificación con algo más que prudencia. Por eso, desde hace semanas, el foco está puesto en una parcela concreta: el ataque. Y en ese radar aparece un nombre propio, joven y prometedor, que encaja como anillo al dedo en la idea de juego tricolor: Yeray Cabanzón.
La información, adelantada por el periodista Ángel García, no sorprende. El Andorra llevaba tiempo rastreando el mercado antes incluso de que diciembre llamara a la puerta. No es un movimiento impulsivo, sino una apuesta pensada.
Hablar de Yeray Cabanzón es hablar de talento en fase de maduración. El futbolista del Racing de Santander se ha convertido en una de las grandes joyas de la cantera verdiblanca, un perfil que combina atrevimiento, técnica y una comprensión del juego poco habitual para su edad.
Cabanzón puede partir desde banda, donde explota su uno contra uno, pero también sabe moverse por los pasillos interiores, interpretando espacios y generando ventajas entre líneas. Esa polivalencia es oro para cualquier entrenador, especialmente en un equipo como el Andorra, que busca dominar a través del balón y necesita futbolistas capaces de ofrecer soluciones variadas en campo rival.
El Andorra no busca músculo; busca cerebro y dinamita. En su modelo de juego, la posesión no es un fin, sino un medio para llegar al área con ventaja. Y ahí es donde perfiles como el de Cabanzón cobran sentido.
Su llegada permitiría añadir desequilibrio a una ofensiva que, en muchos tramos de la temporada, ha acusado falta de chispa en los últimos metros. No se trata solo de sumar desborde, sino de introducir un elemento imprevisible, capaz de romper partidos cerrados, tan habituales en LaLiga Hypermotion.
Además, su edad y proyección encajan con la filosofía del club, siempre atento a futbolistas con margen de crecimiento y valor futuro.
En Santander son conscientes del potencial de Cabanzón, pero también de la dificultad de ofrecer minutos constantes a todos sus jóvenes talentos en una plantilla con aspiraciones. El mercado de invierno abre escenarios complejos, donde ceder o permitir la salida temporal de un jugador puede ser beneficioso para todas las partes.

Para Yeray, un cambio de aires podría significar continuidad y responsabilidad. Para el Andorra, una oportunidad de oro para incorporar talento sin comprometer su estructura económica. Y para el Racing, la posibilidad de ver crecer a una de sus perlas en un entorno competitivo.
Si el movimiento se concreta, el Andorra no solo reforzará su ataque. Lanzará un mensaje. A la categoría y a sí mismo. Dirá que no se resigna, que cree en su proyecto y que apuesta por el talento joven como motor de cambio.
En una liga tan exigente como la Hypermotion, donde cada punto cuesta sangre y sudor, añadir calidad diferencial puede marcar la frontera entre sobrevivir y aspirar.
Yeray Cabanzón representa ese tipo de futbolista que despierta ilusión incluso antes de tocar el balón. El Andorra lo sabe. El invierno aprieta, la tabla no espera y el fútbol, a veces, se decide por una chispa.
Quizá esa chispa llegue desde Santander. Quizá llegue desde las botas de un joven que aún tiene mucho por escribir. Porque en el Principado, el talento también puede ser refugio… y esperanza.









































