El lío inesperado en la portería del Real Madrid | OneFootball

Un contrato largo, un nivel demostrado y cero minutos a la vista. La situación de un guardameta blanco empieza a ser insostenible.

La vida bajo palos en el Real Madrid no es fácil. Y menos cuando el dueño de la portería se llama Thibaut Courtois. El belga, considerado por muchos el mejor guardameta del mundo, es indiscutible para Xabi Alonso, que no cree en las rotaciones. Eso coloca a Andriy Lunin en un callejón sin salida.

El ucraniano, de 26 años, renovó su contrato hasta 2030 el pasado septiembre. Desde entonces, sus apariciones han sido contadas: 14 partidos en total, repartidos entre Liga, Copa del Rey y Champions. La mayoría llegaron únicamente porque Courtois estaba lesionado. En la Copa, Lunin firmó grandes actuaciones hasta llegar a semifinales, pero en la final ante el Barça fue el belga quien defendió la portería.

El presente es aún más duro. Con Courtois recuperado y en plena forma, el horizonte de minutos se reduce a cero. Solo una lesión o la llegada de la Copa del Rey en enero podrían darle una mínima oportunidad. Mientras tanto, Lunin entrena, espera y asume que su papel será el de suplente eterno.

Lo más doloroso es que ya demostró estar preparado. Hace dos temporadas, tras la grave lesión de Courtois en San Mamés, Lunin asumió la responsabilidad. Alternó con Kepa, pero terminó imponiéndose. Su nivel fue clave para ganar la Liga y alcanzar la final de la Champions, que se perdió por una gripe. La historia, sin embargo, no cambió su destino.

Este verano se habló de su salida, pero decidió quedarse y pelear. Ahora se enfrenta a un dilema: seguir esperando una oportunidad que nunca llega o replantearse su futuro lejos del Bernabéu. El tiempo corre y la portería sigue cerrada a cal y canto.