El Tabloide Inglés
·29 Oktober 2025
El nuevo United de Amorim: balones largos, vértigo ofensivo y adiós a los córners abiertos

In partnership with
Yahoo sportsEl Tabloide Inglés
·29 Oktober 2025

El Manchester United de Rúben Amorim comienza a tomar forma. Sin renunciar a su 3-4-3, el técnico portugués ha transformado el estilo del equipo con un fútbol más directo, porteros que lanzan misiles desde el arco y una estrategia a balón parado totalmente reinventada.
Tras casi un cuarto de temporada en la Premier League, el Manchester United se ha instalado en la sexta posición, a un solo punto de los puestos de Champions. Tres victorias consecutivas han devuelto la calma a Old Trafford y, sobre todo, le han dado la razón a Rúben Amorim. El portugués, fiel a su esquema 3-4-3 pese a las críticas iniciales, ha logrado que su equipo evolucione desde la frustración hacia una identidad más agresiva y vertical.
«Siempre es lo mismo. Cuando ganamos, no es el sistema. Cuando perdemos, sí«, dijo tras la derrota frente al Brentford hace poco más de un mes. Hoy, esas palabras resuenan con fuerza: el sistema no cambió, pero sí lo hizo la manera de ejecutarlo.
El debut del guardameta belga Senne Lammens marcó un antes y un después en el juego del United. En su primer partido, ante el Sunderland, realizó 37 pases largos; en Anfield, 45. Un número impresionante si se considera que equivale casi al total de balones largos del Liverpool en ese mismo encuentro.
Con Lammens entre los tres palos, el United se ha convertido en el equipo que más recurre a este recurso en toda la Premier League: un promedio de 23,2 pases largos por partido, un 76% más que la temporada anterior. La instrucción de Amorim es clara: si salir jugando desde atrás es arriesgado, no hay problema en saltar líneas.
El cambio no es solo estadístico, también emocional. Los hinchas de Old Trafford han recibido con entusiasmo a un arquero más autoritario en el juego aéreo y más decidido en cada intervención. Lammens no solo despeja dudas: también impulsa ataques.
El United ya no elabora con tanta paciencia como antes. Amorim entendió que, en una Premier cada vez más física, la velocidad es el mejor aliado. Su equipo pasó de ser el quinto ataque más lento de la liga a convertirse en el octavo más rápido.
Los largos desplazamientos de los porteros han cambiado la naturaleza de las posesiones: menos pases, menos riesgo y más presencia en campo rival. El porcentaje de pérdidas en su propio tercio se redujo de 5,4 a 2,4 por partido, un dato que refleja la madurez del nuevo plan.
La verticalidad también se apoya en el perfil de sus atacantes. La llegada del gigante esloveno Benjamin Šeško (1,95 m)ha aportado una referencia física sin convertir al equipo en un simple lanzador de centros. De hecho, el volumen de envíos al área se mantiene, pero la precisión ha mejorado notablemente: el United es el segundo equipo más efectivo de la Premier en centros completados.
En paralelo, Amorim ha encontrado en Bryan Mbeumo un socio ideal para dinamizar los costados. Los cambios de orientación hacia el extremo camerunés han sido una constante, especialmente desde el debut ante el Arsenal, cuando su velocidad al espacio fue un arma letal.
Otro cambio que no pasó desapercibido: el United ya no lanza córners con efecto hacia afuera. Amorim y su cuerpo técnico abandonaron esa tendencia para centrarse en envíos cerrados, buscando aprovechar la altura de sus delanteros y defensores.
Con Mbeumo compartiendo la tarea con Bruno Fernandes, los córners ahora giran hacia adentro, generando más peligro y caos en el área rival. El resultado: tres goles a balón parado en nueve partidos y una media de 0,49 goles esperados (xG) por partido en este tipo de jugadas.
No todo es perfecto: el equipo aún sufre defendiendo estas acciones, con 0,53 xG en contra por partido, una cifra que Amorim deberá corregir. Pero la intención ofensiva es clara: el United busca dominar las áreas, ya sea desde la presión o desde la estrategia.
El Manchester United sigue siendo fiel al 3-4-3 que define a Rúben Amorim, pero los matices han cambiado por completo. Hoy es un equipo que juega más rápido, más directo y con menos miedo a perder la posesión.
Quizás ya no sea el conjunto que controla cada pase, pero sí uno que domina los espacios y aprovecha cada balón con intención. En una Premier cada vez más frenética, Amorim parece haber encontrado el equilibrio entre la idea y la eficacia.









































