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·1 Juli 2025
El Real Madrid resucita a tiempo, gana a la Juventus y se mete en cuartos del Mundial de Clubes

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El último recuerdo del Real Madrid de Xabi Alonso borró todos los fantasmas pasados de un equipo errático, vago, y desastroso en lo táctico. Una realidad con la que tanto se ha golpeado esta plantilla de la mano de Ancelotti donde el último partido siempre era el peor. El presentismo mató a Ancelotti, al que no le salvo lo pretérito. El presentismo, en la noche del 1 de julio, daba a Xabi Alonso un crédito y confianza superior a la que inició el Mundial de Clubes. Pesaba el partido ante el Salzburgo. Pero la Juventus iba a bajar al Real Madrid al suelo de nuevo.
Xabi Alonso sorprendió, a medias, introduciendo a Gonzalo como titular de nuevo en el once. Mbappé, ya recuperado, debería esperar su momento en el banquillo. Y eso, seguramente, iba a ser en la segunda parte. Porque, al contrario de los Ancelotti -por las recientes palabras de Davide hablando de sus supuestas oportunidades a la cantera- Xabi opta por aquello de la meritocracia, que tanto predicaba Mourinho. Y, estando Kylian todavía sin ritmo, Gonzalo iba a ser de la partida. No cambió el resto de la alineación respecto al día ante el Salzburgo: otra vez 3 centrales y Bellingham en la derecha.
Y, como se mencionaba en el primer párrafo, la Juventus no es el Salzburgo. Las malas noticias se sucedieron para el Real Madrid en los primeros minutos del partido. Porque la presión no era la del otro día y el orden táctico volvió a brillar por su ausencia. No había claridad en la salida de balón, Bellingham se escoró más a la izquierda de inicio, y Valverde, más a la derecha, dejaba demasiado espacio en el centro del campo, donde Guler intentaba achicar agua. La Juve entraba como una tuneladora en la A-5.
En el 7′, Kolo Muani decidió, tras quedarse sólo ante Courtois, realizar una especie de vaselina que se fue por encima de la portería. En el 11′, Yildiz avisó desde lejos y casi se envenena hacia la red de Courtois tras tocar en el pie de Tchouaméni. Y así fue la primera media hora. La Juve llegaba con peligro y el Real Madrid ni se aculaba en bloque bajo ni salía a presionar arriba. Ancelotti’s vibes. Todo a la contra, pero se erraba en los pases finales.
Y en el 29′, por fin, llegó el primer aviso del Real Madrid. Guler se inventó un pase interior hacia un buen desmarque de Valverde; pase sutil de éste hacia Bellingham que, sólo ante el portero, erró en el mano a mano. Fue ese aviso y ya. Nada más. La Juventus, eso sí, frenó poco a poco el ímpetu inicial pero el Real Madrid, no sabemos si por el rival, por el calor de Miami o por razones inexplicables, volvió a ser el de Ancelotti, pero con 3 centrales. Es decir, casi peor. Valverde, en el 46′, probó fortuna desde larga distancia en la segunda mejor ocasión para el Madrid. Di Gregorio volvió a negar la mayor. Y así llegamos al descanso.
Y todo volvió a virar 180º en el Real Madrid. El descanso fue similar al de los Looney Tones en Space Jam; o aquello era el plan de Xabi Alonso o si no lo era, hizo bien en recordarles qué es lo que tenían qué hacer. Porque el Real Madrid volvió a ser todo lo que se vio ante el Salzburgo. Volvió la presión alta, la circulación a un ritmo vertiginoso, y el orden táctico. No tenía sentido pero, por lo menos, llegó a tiempo. Y fue un vendaval.
Vinicius tuvo ya para empezar, en el 49′, un 2 para 1 que no supo resolver de la mejor manera. Tan sólo 1 minuto después, con la Juventus cada vez más hundida, Bellingham probó desde la esquina derecha del área grande un disparo con la izquierdo que despejó Di Gregorio. Y a la siguiente, ya sí, llegó el gol de, quién sino, Gonzalo. Trent Alexander-Arnold -que no tuvo el día- puso el centro perfecto para Gonzalo que no volvió a perdonar. Tercer gol en el Mundial de Clubes. Ha nacido una estrella y el Madrid ya tiene delantero B para el primer equipo.
Xabi Alonso identificó el principal problema del Madrid: la defensa de 3 centrales le hacía perder a Tchouaméni de pivote, y eso desestabilizaba todo el equilibrio del equipo. Eso cambió en la segunda parte y el Real Madrid volvió a ser el del día del Salzburgo. Muchísimo más orden; control de balón, y otra vez con mucha energía para ir a la presión alta, incomodando mucho a la Juve. El vendaval puso a trabajar a Di Gregorio que salvó en varias ocasiones a su equipo. Guler, en el 72′, empaló un balón desde la frontal y éste lo salvo de milagro.
Y volvió Mbappé. El francés, que se perdió toda la fase de grupos por su problema médico, regresaba al equipo con ganas de demostrar que es el jugador franquicia del equipo. No estuvo mal del todo, aunque el partido ya poco a poco languidecía, y no le dio opción para mucho. Estuvo participativo, se asoció bien con Vinicius, pero no tuvo opción de acercarse al gol. Sin rastro de Rodrygo, por cierto, que volvió a no disputar ni 1 sólo minuto.
El partido fue muriendo en los últimos 20 minutos. Porque la Juve no tenía mucho más; y el Real Madrid parecía cómodo con el 1-0. Y así fue pasando el tiempo entre atisbos de alguna contra en la que los de Xabi podrían haber sentenciado; y una Juventus que no era capaz de incomodarles. El Real Madrid ganó tras una resurrección en el descanso y ya está en los cuartos de final del Mundial de Clubes.