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·6 Juni 2025
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El 5 de junio de 2016 no es una fecha cualquiera para los hinchas de Talleres de Córdoba. Hace nueve años, el equipo dirigido por Frank Darío Kudelka logró ascender a Primera División tras doce temporadas de espera, cerrando una etapa marcada tanto por la adversidad como por la reconstrucción institucional y deportiva.
Aquel ascenso se definió en la cancha de All Boys, en Floresta, y el partido tuvo todos los ingredientes de una final dramática. Talleres de Córdoba jugó con uno menos desde el primer tiempo por la expulsión de Rodrigo Burgos y fue abajo en el marcador, lo que obligó al equipo a redoblar esfuerzos. Gonzalo Klusener igualó el encuentro, abriendo la puerta a la esperanza, pero fue Pablo “Cholo” Guiñazú quien, sobre el final, sentenció la tarde con un zurdazo que se mantiene todavía como uno de los goles más recordados por el pueblo albiazul.
El camino al ascenso no solo fue agónico sino también impecable desde lo estadístico. Talleres de Córdoba se consagró campeón invicto del torneo, con 21 partidos jugados: 14 victorias, 7 empates y un rendimiento del 77,77%. El equipo se mostró sólido tanto en casa como de visitante, permitiendo solamente 11 goles en contra en toda la temporada. A nivel ofensivo, el protagonismo estuvo repartido: Nazareno Solís, máximo anotador con 7 goles; Klusener, con 6; y Eial Strahman, con 5. La solidez y el protagonismo sostenido marcaron la diferencia respecto a sus rivales.
Detrás de estos números, la remontada significó algo mayor para la identidad institucional, funcionando como cierre de un ciclo de luchas deportivas e institucionales. El regreso a la máxima categoría se vivió como una reafirmación de pertenencia y un punto de partida para una etapa de mayor ambición y proyección.
Para muchos de los protagonistas de aquel ascenso, el recuerdo sigue presente. Guido Herrera, referente actual del primer equipo y por entonces arquero clave, compartió recientemente imágenes y sensaciones de esa jornada histórica. Herrera, hoy el arquero con más partidos en la historia del club y campeón de la Supercopa Internacional, remarcó lo que significó aquel logro en la construcción de una identidad basada en esfuerzo y perseverancia.
Nueve años después, aquel zurdazo de Guiñazú continúa latiendo en la memoria del hincha de Talleres de Córdoba. No solo marcó el regreso al círculo mayor, sino que representó la prueba definitiva de que el club y su gente siempre encuentran la manera de volver. Más fuerte, más grande, con la convicción de que nunca se deja de pelear.
Source: Club Talleres