Es la hora de Vinicius | OneFootball

Tras un paró en Madrid, el brasileño llega renovado física y mentalmente. En Valdebebas se respira ilusión por su regreso al mejor nivel.

Por primera vez en cinco años, Vinícius Júnior ha pasado un parón de selecciones en Madrid sin estar lesionado. Algo insólito, teniendo en cuenta que desde 2020 siempre que estaba disponible viajaba con Brasil. Ni el club ni la afición recordaban lo que era tener al brasileño durante casi dos semanas en Valdebebas, trabajando bajo un plan específico diseñado para recuperar frescura física y mental.

El cuerpo técnico ha considerado este parón como una pretemporada particular. Ocho entrenamientos con el grupo, sesiones de gimnasio, fisioterapia, musculación y momentos de descanso controlado. El objetivo: devolverle chispa, confianza y claridad de ideas. En el club subrayan que lo ideal sería que todos los jugadores tuviesen este tipo de margen en algún momento del curso, pero solo unos pocos tienen esa oportunidad. Y para Vinícius, ha llegado en el instante justo.

El brasileño había perdido brillo en los últimos meses. Desde noviembre de 2024 no marcaba en dos partidos consecutivos hasta que, justo antes del parón, rompió esa sequía de casi 300 días. El bajón de rendimiento, la frustración tras no lograr el Balón de Oro y la pérdida de confianza en la grada le habían pasado factura. Tanto, que incluso llegó a ser suplente, como ocurrió en el Tartiere ante el Oviedo.

Pero en Valdebebas aseguran que algo ha cambiado. “Sabe que le toca”, se escucha en el entorno del equipo. Tras semanas de críticas, el delantero ha respondido con trabajo, disciplina y un reseteo mental. Ahora se le percibe más centrado, con hambre y con la convicción de volver a ser aquel futbolista imparable que participaba en un gol cada 88 minutos y que levantaba al Bernabéu con sus regates y celebraciones.

El club transmite ilusión. El parón le ha servido para recargar energías y recuperar confianza. En Madrid se espera que este sea el punto de inflexión definitivo para que Vinícius vuelva a ser ese jugador extraordinario que marcaba diferencias.