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·5 Juli 2025
Este descubrimiento puede cambiar la vida en Estados Unidos para siempre

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Durante años, Estados Unidos ha buscado cómo liberarse de los combustibles fósiles. Se han invertido miles de millones en perforaciones, parques eólicos y paneles solares. Pero ahora, el próximo gran paso puede estar fluyendo silenciosamente bajo capas de hielo en Alaska.
Aunque parezca increíble, los ríos como el Yukón no se detienen ni siquiera en los inviernos más fríos. Debajo del hielo, el agua sigue corriendo. Y con ella, fluye una fuente constante y poco aprovechada de energía: la energía hidrocinética.
Este tipo de energía no requiere represas ni grandes obras. Solo se necesita aprovechar la fuerza del agua en movimiento. Lo mejor: funciona las 24 horas del día, todo el año, incluso cuando no hay sol o viento.
La clave está en unas turbinas especialmente diseñadas para operar bajo el agua, incluso en zonas donde el río está congelado en la superficie. Se llaman RRBT (Turbinas Reactivas de Palas Reversibles). No hacen ruido, no destruyen el entorno y no necesitan grandes infraestructuras.
Bajo el hielo de Alaska fluye el futuro energético de EE.UU | Getty Images Signature, Getty Images Pro
Estas turbinas pueden instalarse en ríos de corriente lenta, lo que las hace ideales para regiones como Alaska, donde las comunidades están lejos de la red eléctrica principal. Con solo unas pocas unidades, un pueblo entero podría tener luz, calefacción e internet durante todo el año.
Según estudios de la Universidad de Alaska Fairbanks, esta tecnología podría generar hasta 1.100 teravatios-hora al año. Para ponerlo en perspectiva: eso es casi un tercio de toda la electricidad que consume Estados Unidos.
En muchas regiones del norte, la electricidad aún llega en bidones de diésel transportados por aire o por río. Es costoso, contaminante y poco confiable. Una tormenta puede dejar a una comunidad sin energía durante días, y la energía hidrocinética podría cambiar todo eso.
Las comunidades locales no solo tendrían acceso a energía limpia y constante, sino también a empleos. Se necesitarán técnicos, operarios, personal de mantenimiento. Y todo esto podría gestionarse a nivel local, con personas de la propia comunidad.
Más electricidad para Estados Unidos | Europa Press
Esto no es una promesa a futuro. Ya se están haciendo pruebas en el río Tanana, con apoyo del Departamento de Energía y la colaboración de varias instituciones, tanto públicas como privadas.
Otros países ya están tomando ventaja. En Escocia, las mareas ya abastecen de electricidad a miles de hogares. En Canadá, pequeñas comunidades se están desconectando del diésel gracias a sus ríos.
Pero Alaska podría marcar la diferencia a gran escala. Sus ríos largos, su geografía única y la necesidad urgente de soluciones reales la convierten en el lugar ideal para liderar esta revolución.
Si este modelo funciona, podría replicarse en muchos rincones del país. Porque mientras el sol se oculta y el viento se detiene, los ríos siguen fluyendo. Y tal vez, en ese flujo constante, esté la respuesta que Estados Unidos ha buscado durante décadas.