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·30 Januari 2025
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En el minuto 96 del partido ante el Atalanta, cuando el marcador ya estaba cerrado, Lamine Yamal fue sustituido. Lo que parecía un cambio rutinario se convirtió en una desilusión para él. El número 19 apareció en el cartelón del cuarto árbitro, y Yamal no ocultó su tristeza al dejar el campo en su mejor momento.
El gesto de frustración de Yamal al salir por la línea de fondo no pasó desapercibido. El jugador, quien había sido el más destacado de la noche, se mostró decepcionado por no poder seguir en el campo y cerrar el partido con una victoria.
Al llegar al banquillo, Hansi Flick se acercó, le puso la mano en el hombro y le dedicó palabras reconociendo su buen desempeño. "Todos queremos jugar. Me ha dicho que había hecho un gran partido y que ahora había que pensar en LaLiga", explicó el joven jugador tras el partido.
Lamine Yamal, clave en el Barça | Getty Images, Freepik, Madrid-Barcelona
Tras el partido, Raphinha, compañero de Yamal en el Barcelona, mostró su apoyo al joven jugador y respaldó la decisión de Flick. En declaraciones a la prensa, Raphinha dijo: "Hay que pensar en el equipo. No siempre es fácil aceptar estas decisiones, pero el entrenador tiene una visión a largo plazo, y esto es lo que realmente importa".
A pesar de la desilusión por no haber podido cerrar la victoria con el Barcelona, Yamal se mostró satisfecho con su rendimiento. El joven jugador fue elegido MVP del encuentro y destacó que, aunque su equipo no logró el triunfo, siempre se mantuvieron con la mentalidad ganadora.
"Queríamos ganar, como en todos los partidos, pero no ha podido ser. No pasa nada", comentó con madurez, a pesar de su corta edad.
Con el empate ante el Atalanta, el Barcelona alcanzó el segundo puesto, un resultado positivo aunque no deseado.
"El Barça es siempre favorito, es para mí el mejor club de Europa. Estoy contento por el segundo puesto, tenemos que seguir adelante", añadió Yamal, mostrando su compromiso con el equipo y su ambición de seguir progresando. La derrota del Liverpool en Eindhoven abrió la puerta a la clasificación directa, aunque el Barça sabe que queda mucho por recorrer.