Dosis Futbolera
·17 Desember 2025
Florentino le impondrá a Arbeloa el regreso de Pintus.

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·17 Desember 2025

La posible reestructuración en el banquillo del Real Madrid no se quedaría solo en un cambio de entrenador. En los despachos ya se manejan escenarios que afectarían directamente a la estructura del cuerpo técnico y, en especial, a una parcela que genera preocupación desde hace meses.
De momento, Xabi Alonso continúa al frente del equipo. Pero su continuidad está cada vez más en duda. El juego no termina de aparecer. Los resultados no acompañan. Y en el club consideran que el equipo ofrece síntomas preocupantes, tanto a nivel colectivo como competitivo. Por eso, la opción de una destitución empieza a verse como algo plausible en cualquier momento.
Si ese escenario se confirma, el nombre que gana fuerza es el de Álvaro Arbeloa. El técnico está firmando un trabajo muy valorado en el filial, al que ha logrado colocar de manera temporal en puestos de ‘play off’ de ascenso a Segunda División. Su conocimiento del club y su perfil encajan para asumir el cargo de forma provisional.
Eso sí, su llegada no sería en solitario. Florentino Pérez tiene clara una condición: el regreso de Antonio Pintus al primer plano del primer equipo. El presidente considera clave reforzar el apartado físico y no contempla que Arbeloa trabaje sin una figura de máxima confianza en ese ámbito.
La situación actual no convence en la cúpula. Xabi Alonso no quiso trabajar con Pintus y apostó por Camenforte, su preparador físico de confianza desde Leverkusen. El club aceptó esa decisión en verano, aunque siempre con reservas. Hoy, esas dudas se han multiplicado. En la entidad creen que Pintus está desaprovechado, pese a ser un profesional con cinco Copas de Europa en su currículum, cuatro de ellas con el Real Madrid, y un salario cercano al medio millón de euros anuales.
Así lo explicó recientemente Rubén Cañizares, periodista de ABC, quien aseguró que Pintus se ha convertido en una figura casi invisible en Valdebebas y que existe un déficit físico importante en la plantilla. En el club, incluso, reconocen que pueden haberse equivocado con la decisión tomada meses atrás.
Con todo, el problema va más allá del estado físico. El equipo necesita mejorar su juego, ocupar mejor los espacios, ordenar las presiones y reducir errores defensivos. También ser más contundente en los duelos y en las acciones a balón parado.
Y si finalmente Arbeloa asume el mando, el reto será doble. Deberá corregir aspectos futbolísticos evidentes y, además, levantar un vestuario que quedaría tocado tras una segunda destitución en menos de un año. Un contexto complejo en el que Pintus volvería a ser una pieza central por imposición presidencial.









































