Grecia 68-94 Turquía | Osmani y Sengun barren a Giannis | OneFootball

Turquía firmó una de las actuaciones más sólidas del torneo al derrotar con autoridad a Grecia (94-68) en la semifinal del EuroBasket 2025. El equipo de Ergin Ataman salió decidido desde el salto inicial, con un Ercan Osmani espectacular que encestó sus cuatro primeros triples y terminó con 28 puntos y 6 rebotes. Alperen Şengün volvió a demostrar su madurez internacional con 15 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias, completando un partido total. En cambio, Grecia vivió una de sus noches más grises: Giannis Antetokounmpo apenas pudo sumar 12 puntos y 12 rebotes, maniatado por la defensa otomana. Turquía, que no alcanzaba una final desde 2001, se enfrentará a Alemania por el oro, mientras que Grecia tendrá que consolarse peleando por el bronce.

Turquía, intensidad y puntería desde el inicio

El arranque fue un monólogo turco. Con Osmani enchufado desde la larga distancia, Turquía abrió brecha en el marcador y obligó a Grecia a remar desde muy temprano. La energía de Şengün en la pintura, sumada al acierto exterior de jugadores como Shane Larkin o Cedi Osman, permitió a los otomanos alcanzar ventajas de hasta 18 puntos al descanso. La circulación de balón fue notable, con constantes situaciones de “extra pass” que terminaron en lanzamientos cómodos. Grecia, en cambio, perdió demasiados balones en la subida y apenas pudo correr la cancha.

Osmani celebra una acción para Turquía | Fuente: FIBA

Grecia, sin plan B alrededor de Giannis

La gran diferencia estuvo en la capacidad de respuesta. Giannis fue el foco de la defensa turca: cada vez que recibía cerca del aro llegaban ayudas inmediatas, y cuando intentaba lanzar desde fuera careció de la puntería necesaria. El resto del conjunto heleno tampoco apareció; Sloukas, con 15 puntos, fue de los pocos en mantener cierta regularidad ofensiva. Sin embargo, ni la dirección ni la rotación aportaron soluciones. Grecia se vio atascada, sin fluidez en su juego de pases y sin armas que liberaran a su estrella. El resultado fue un ataque previsible y controlado con comodidad por la defensa turca.

Momentos que marcaron el rumbo

El primer gran golpe llegó en los cinco minutos iniciales, cuando Turquía encadenó un parcial de 12-0 con cuatro triples seguidos de Osmani que encendieron a la grada. Poco después, Şengün dominó en el segundo cuarto con rebotes ofensivos y dos asistencias consecutivas para mates de sus compañeros, ampliando la diferencia a más de 20. Al inicio de la segunda mitad, Grecia amagó con volver al partido tras un par de canastas de Antetokounmpo, pero un nuevo parcial de 9-2, coronado por un triple de Larkin, terminó por romper la resistencia helena. En el último cuarto, con la ventaja ya cercana a los treinta puntos, Turquía se dedicó a administrar el resultado con temple y rotaciones más largas.

La selección griega tras su derrota contra Turquía | Fuente: FIBA

La solidez turca la clave del encuentro

La semifinal dejó claras las fortalezas y debilidades de cada equipo. Turquía se mostró como un bloque sólido, con jugadores secundarios capaces de decidir un partido grande y una defensa preparada para neutralizar a la mayor estrella rival. Grecia, en cambio, quedó muy limitada cuando Giannis no pudo imponerse físicamente, mostrando carencias en su rotación y una dependencia excesiva de su jugador franquicia. El 94-68 es un marcador que habla por sí solo: Turquía llega lanzada a la final con la confianza por las nubes, mientras que Grecia tendrá que recomponerse rápido si no quiere marcharse sin medalla.