Guardiola descarta al city «No somos favoritos» | OneFootball

En la antesala de su debut en la Champions League 2025/26 frente al Nápoles, el técnico del Manchester City, Pep Guardiola, ha lanzado un mensaje prudente y para algunos, pesimista al asegurar que su equipo “no es favorito” para alzar el título europeo esta temporada.

Durante la rueda de prensa previa al encuentro que se disputará este jueves, el estratega catalán fue consultado sobre las opciones de su equipo en el torneo continental. Su respuesta fue contundente:

“En principio, no lo somos favoritos. Simplemente tenemos que disfrutar el momento, el camino. Estamos contentos de estar aquí y sólo debemos concentrarnos en el partido de mañana, el partido que tenemos que jugar”, declaró Guardiola con serenidad.

Las palabras del entrenador han sorprendido, sobre todo teniendo en cuenta que el Manchester City fue campeón de Champions en 2023 y habitual protagonista en las últimas ediciones. Sin embargo, Guardiola recordó que el equipo quedó eliminado la temporada pasada en el play-off de acceso a octavos, tras caer ante el Real Madrid, lo que alimenta su cautela.

Mientras tanto, según las principales casas de apuestas, los grandes favoritos al título son el Liverpool, Barcelona, Arsenal y el vigente campeón Paris Saint-Germain.

Otro de los puntos destacados de la previa es el regreso de Kevin De Bruyne al Etihad Stadium, esta vez con la camiseta del Nápoles, tras más de una década como símbolo del Manchester City. Guardiola no ocultó su emoción por volver a ver al mediocampista belga:

“Por supuesto, es agradable para él volver. Tengo ganas de verlo después del partido. No me sorprende lo bien que está jugando. Los jugadores de su nivel no necesitan adaptarse”, expresó.

La declaración de Guardiola ha encendido el debate: ¿se trata de un reconocimiento honesto del momento actual del City, o una estrategia para liberar presión sobre sus jugadores en el arranque del torneo? Con rivales como el PSG y Liverpool al acecho, el camino a la «Orejona» promete ser más duro que nunca.