Da igual la pelota
·7 Januari 2025
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El astro argentino del FC Barcelona se imponía en las votaciones al portugués Cristiano Ronaldo y al español Andrés Iniesta, convirtiéndose en el primer jugador en lograr tal hazaña. Messi recibió el premio de la FIFA, destinado al mejor jugador del mundo, tras un año 2012 que rompió todos los límites de lo imaginable.
El argentino cerró el año con la friolera de 91 goles en un año natural, superando el récord de 85 anotados por Gerd ‘Torpedo’ Müller en 1972. Además, se consolidó como el máximo goleador histórico en partidos oficiales del Barcelona y batió el récord de goles en una temporada de la Liga de Campeones con 14 tantos.
En la ceremonia, Messi, emocionado y nervioso, agradeció a sus compañeros de equipo, especialmente a Andrés Iniesta, con quien compartió el podio. «Es increíble lograr este premio otra vez y más el cuarto y seguido. Impresionante. Quiero compartirlo con mis compañeros del Barça, especialmente con Andrés. Es un orgullo estar contigo hoy aquí y jugar cada día contigo», declaró Messi, quien también dedicó el galardón a su esposa y su hijo recién nacido.
Durante más de 30 segundos, el público aplaudió de pie al argentino, reconociendo su dominio absoluto del deporte. Messi recibió el 41,60% de los votos, dejando a Cristiano Ronaldo en segundo lugar con el 23,68% y a Iniesta en tercero con el 10,91%.
A pesar de que el Barcelona solo ganó la Copa del Rey en 2012, fue la brillantez individual de Messi lo que cautivó al mundo del fútbol. Su capacidad de superación, talento inigualable y pasión insaciable por el juego lo consagraron como el mejor futbolista de su época y, para muchos, de todos los tiempos.
Messi no solo devoró récords, sino que hechizó a aficionados de todo el planeta con su estilo de juego único, lleno de magia y precisión. Con 25 años, ya era el jugador más laureado en distinciones individuales, superando a leyendas como Johan Cruyff, Marco van Basten, Michel Platini y Alfredo Di Stéfano.
El cuarto Balón de Oro de Lionel Messi fue mucho más que un trofeo. Fue la confirmación de su superioridad sobre sus contemporáneos y su lugar entre los más grandes de la historia. Desde Cristiano Ronaldo e Iniesta hasta Pelé, Zidane y Maradona, Messi superó a todos en términos de rendimiento individual y legado.
Hoy, 7 de enero, recordamos a un joven Messi que no solo rompía récords, sino que inspiraba al mundo entero con su amor por el fútbol. Su historia es una prueba viviente de que el talento, la dedicación y la humildad pueden llevar a un deportista a alcanzar alturas inimaginables.
Autora: Natalia Blanco
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