La crisis del Real Madrid en la banda derecha | OneFootball

Después de la dura derrota del Real Madrid este martes en Anfield en la Champions League, las heridas volvieron a abrirse dentro del vestuario. El golpe dejó la piel sensible y aumentó la tensión entre varios jugadores. Sin embargo, también dejó una conclusión evidente: es momento de cambiar cosas que no están funcionando. Xabi Alonso debe reaccionar antes de que sea demasiado tarde. El equipo no puede repetir errores en una zona del campo que se volvió frágil.

Y esa zona se ubica claramente en la banda derecha. En los últimos partidos, futbolistas como Fede Valverde, Franco Mastantuono, Brahim Díaz o Eduardo Camavinga ocuparon ese costado sin éxito. Ninguno se sintió cómodo ni logró aportar lo necesario, ya sea como extremo, mediocampista o lateral. Esa falta de claridad se nota en el desarrollo del juego y en la seguridad defensiva.

El caso más evidente es el de Fede Valverde. Con la lesión de Dani Carvajal y el mal momento de Trent, el uruguayo terminó como lateral derecho. Él no disfruta esa posición y su rendimiento lo demuestra. Además, su incomodidad contagia al mediocampo y al extremo de su zona. Con Carlo Ancelotti aportaba poder físico y llegada, pero ahora se siente “enjaulado”.

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Tampoco ayudarían algunas decisiones tácticas de Xabi Alonso. En los partidos grandes escogió a Camavinga como interior diestro, formando un mediocampo de cuatro. Contra rivales como Valencia o Getafe, prefirió a Mastantuono o Brahim para completar el tridente ofensivo. La idea buscaba equilibrio, pero no dio resultados. Salvo el gran Clásico de Camavinga, ninguno convenció a la afición ni al cuerpo técnico.

Por si fuera poco, Rodrygo Goes tampoco explotó en la izquierda, una posición que él mismo exigió este verano. No mostró méritos para más minutos y agrava el rompecabezas ofensivo. Así las cosas, la banda derecha se convierte en el problema más urgente de Xabi Alonso. Mientras la izquierda suma opciones claras con Carreras, Arda Güler y Vinicius, la otra mitad del campo se desmorona.

Finalmente, el mensaje es transparente. El coche pierde una rueda por la derecha y el equipo queda partido a la mitad. Si el Real Madrid aspira a pelear por títulos, debe corregir este sector de inmediato. La temporada no espera y Anfield dejó una advertencia seria.