OneFootball
·12 April 2025
In partnership with
Yahoo sportsOneFootball
·12 April 2025
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴 en este enlace.
La temporada 1995/96 de la Premier League entregó una de las batallas por el título más icónicas en la historia del fútbol inglés.
Tuvo de todo: estilo, drama, juegos mentales y una remontada legendaria que consolidó el estatus del Manchester United como la fuerza dominante de la década.
Bajo el mando de Kevin Keegan, el Newcastle era eléctrico. Apodados "Los Entretenedores", jugaban un fútbol ofensivo y sin miedo, iluminando la liga con estrellas como David Ginola, Les Ferdinand y el recién fichado Faustino Asprilla. Para Navidad, habían tomado una ventaja de 10 puntos en la cima. Para enero, la brecha había crecido a 12 puntos.
Las Urracas parecían imparables, y el título parecía destinado a Tyneside.
Pero este era el Manchester United de Sir Alex Ferguson. Los Diablos Rojos, reforzados por el regreso de Eric Cantona tras su famosa suspensión, comenzaron a recortar la diferencia. Ferguson confió en el joven talento del club—la Clase del '92, incluyendo a David Beckham, Paul Scholes, Nicky Butt y los hermanos Neville—y dio resultado.
Cantona fue el corazón del resurgimiento del United, anotando gol tras gol crucial, muchos de ellos decisivos en los partidos.
El 4 de marzo de 1996, ambos equipos se enfrentaron en St James’ Park en un enfrentamiento masivo. El Newcastle dominó el juego pero no pudo encontrar el gol. Luego, en la segunda mitad, Eric Cantona anotó para sellar una victoria vital de 1-0 para el United. La brecha se cerraba rápidamente, y la presión estaba ahora firmemente sobre el Newcastle.
Mientras el United continuaba su implacable avance, la batalla psicológica tomó el centro del escenario. Ferguson jugó sus habituales juegos mentales en la prensa, cuestionando sutilmente la resistencia y la fortaleza mental del Newcastle. Kevin Keegan estalló.
En un ahora legendario arrebato en vivo por televisión, Keegan perdió la calma tras una dura victoria sobre el Leeds: "¡Me encantaría si les ganamos. ¡Me encantaría!"
El estallido se convirtió en un símbolo de los nervios desmoronados del Newcastle.
El Newcastle tropezó en las últimas semanas de la temporada, empatando demasiados partidos y perdiendo puntos vitales. En contraste, el United estaba enfocado como un láser. Ganaron partido tras partido, con Cantona continuando siendo el factor decisivo.
El United terminó la temporada con 82 puntos, cuatro por delante del Newcastle, completando una de las mayores remontadas en la historia de la Premier League.
📸 2017 Getty Images
Langsung