La figura de La Liga que se acerca al Barcelona | OneFootball

Según SPORT, el FC Barcelona estudia la posibilidad de realizar un importante movimiento en el mercado de fichajes abonando la cláusula de rescisión de Etta Eyong, el delantero camerunés del Villarreal que se ha erigido como una de las revelaciones de la temporada en LaLiga.

Con tan solo 20 años, Eyong ha destacado como un atacante potente y directo con un fuerte instinto goleador, llamando la atención del conjunto blaugrana.

Una cláusula de rescisión muy asequible para Barcelona

El factor clave en esta situación es su contrato. A pesar de su claro potencial, Etta Eyong tiene una cláusula de rescisión inferior a 10 millones de euros. Una cifra asequible para cualquier gran club y que ha puesto en alerta al Barcelona.

El director deportivo Deco y su equipo lo ven como una oportunidad de mercado perfecta: un futbolista joven con margen de desarrollo. Y disponible por un precio muy por debajo de su valor potencial.

La estrategia del Barcelona pasa por activar la cláusula, asegurar al jugador y cederlo inmediatamente a otro equipo de La Liga.

Esto permitiría al club evitar el problema de registrarlo de inmediato, dadas las restricciones vigentes del Fair Play Financiero.

Vive lo mejor del Barcelona en EuropaFutbol.com

Interés generalizado en Etta Eyong

El impacto de Eyong en La Liga ha sido inmediato. Y su nombre ya circula con fuerza entre los departamentos deportivos de los clubes españoles y europeos.

De hecho, el Barcelona no es el único que persigue al delantero. El Real Betis, la Real Sociedad y varios clubes de la Premier League han hecho consultas, mientras que el Levante y el Oviedo han mostrado interés en una posible cesión.

Para el Barcelona, ​​el fichaje del delantero representaría una inversión a largo plazo. Con Robert Lewandowski acercándose al final de su carrera, la dirección deportiva del club busca activamente opciones de ataque para el futuro.

Fichar a Eyong por menos de 10 millones de euros sería un movimiento estratégico en línea con la política del club de invertir en jóvenes talentos antes de que su valor de mercado aumente.

El modelo actual de fichajes del Barcelona se centra no solo en reforzar la plantilla, sino también en garantizar que dichas inversiones impliquen un riesgo limitado. Si un jugador no logra consolidarse en el primer equipo, el club lo considera un activo que puede revalorizarse y, finalmente, venderse.

Los casos de Mika Faye y Julian Araujo ilustran este enfoque: ambos fueron fichados como jóvenes promesas y, aunque no llegaron a debutar en el primer equipo, su desarrollo permitió que el club no perdiera la inversión, sino que generara ingresos a través de las ventas.